El gobierno del estado, en colaboración con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), ha invertido hasta 92 millones de pesos en la tecnificación del campo y la electrificación mediante paneles solares en áreas rurales de difícil acceso, con lo que ha logrado generar 1.3 mega watts.
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Erika Ramírez Méndez, directora estatal de Conagua, detalló que esta inversión se ha destinado a proyectos de sistemas de riego con bombeo fotovoltaico en los municipios de Othón P. Blanco y Bacalar. En total, se han instalado 2,487 paneles solares de producción nacional, cada uno con una capacidad de 540 watts, lo que suma 1.3 mega watts. Estos paneles benefician a 120 unidades agrícolas y colocan a Quintana Roo en la posición destacada de ser el estado con la mayor cobertura de energía renovable para agricultores en todo el país.
La prioridad de este proyecto es garantizar que los agricultores tengan acceso a un suministro de agua desde los mantos acuíferos locales, que a menudo se encuentran a profundidades de 20 a 50 metros, característicos de la península. Tradicionalmente, la extracción de agua de tales profundidades requería motores impulsados por diésel o electricidad de la red pública. Sin embargo, gracias a la abundante luz solar en la región, la implementación de este nuevo sistema se ha vuelto viable.
Avanza la electrificación mediante paneles en el campo
“Eso no hace obsoleto el tema de la energía eléctrica, porque vamos a la par con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, que nos apoya con subsidio a la energía eléctrica, por lo que los usuarios cercanos a la red de energía eléctrica se conectan, pero al tener una gran extensión territorial donde no hay energía eléctrica, en lugar de usar combustibles fósiles, se opta por paneles solares”, explicó.
Este sistema funciona desde el amanecer hasta el atardecer, genera entre 40 y 70 litros de agua por segundo, lo que es suficiente para abastecer al menos 80 hectáreas de cultivos. El 90% del agua extraída a través de la energía solar es utilizada por los agricultores para el cultivo de caña, papaya y hortalizas, mientras que el 10% restante beneficia a ganaderos y a la población en general.
Para el presente año se han destinado 46 millones de pesos tanto de fondos federales como estatales, con la esperanza de alcanzar una inversión similar en 2024. Este proyecto no solo promueve la sostenibilidad ambiental, sino que mejora la calidad de vida de las comunidades rurales de Quintana Roo, al proporcionar un acceso confiable y limpio al agua y la energía.