“Las playas ya estaban casi recuperadas y con la llegada del huracán se erosionó entre siete y 10 metros, es decir, el agua salió más de lo normal, llegó hasta donde está la torre guardavidas, pero ya se están recuperando”, reveló Justo Miranda Rocha director de la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat), en Benito Juárez.
El funcionario municipal explicó que la erosión en las playas es un proceso natural que se origina con los frentes fríos en el periodo que abarca de enero a marzo, y para junio o julio se recuperan los arenales, de manera cíclica.
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Playas se recuperan
Comentó que después del paso del fenómeno hidrometeorológico y la erosión que provocó, el proceso de recuperación se va logrando casi en su totalidad, y se prevé que para fin de año las playas de Cancún, estén por completo sin afectaciones, todo de forma natural, sin tener que intervenir.
Señaló también que no sólo ocurrió en las siete playas a cargo del municipio, las cuales son, Playa del Niño, Las Perlas, Chac Mool, Marlin, Ballenas, Delfines y Coral, sino en toda la franja costera del Atlántico en el país, ya que se trata de una línea y la erosión, dijo, es constante.
“Los fuertes vientos sacaron demasiada arena en el caso de Delfines, pero esa arena se vuelve a recuperar y en Chac Mool y Ballenas, que son pequeñas igual, el aire y oleaje también se llevaron mucha arena, que no está en la calle pero sí quedó esparcida”, explicó Miranda Rocha.
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El impacto
El pasado 5 de julio, el huracán Beryl tocó tierra en Quintana Roo. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) informó que el meteoro ingresó a las 05:05 horas (06:05 horas tiempo de Q. Roo) en el norte del municipio de Tulum con vientos máximos sostenidos de 175 kilómetros por hora.
Asimismo mantuvo rachas de 220 kilómetros por hora y su desplazamiento fue hacia el oeste-noreste a una velocidad de 24 kilómetros por hora.
Horas antes, lluvias constantes se registran en gran parte del estado a horas del impacto de Beryl, que volvió a perder fuerza y ahora se ubica en categoría número 2.