El paro indefinido de maestros en Quintana Roo ha encendido las alarmas entre los padres de familia, quienes temen un mayor rezago educativo para más de 341 mil estudiantes de educación básica en el estado.
Mientras los docentes exigen mejores condiciones laborales, las familias buscan alternativas para evitar interrupciones en el aprendizaje.
Preocupación por el rezago educativo
Héctor Santín Gómez, presidente de la Asociación de Padres Aliados por la Educación, expresó su apoyo al movimiento magisterial, pero enfatizó la importancia de implementar estrategias que mitiguen el impacto académico en los niños y jóvenes.
"Entendemos la preocupación de los maestros y su derecho a manifestarse, pero también nos inquieta que nuestros hijos pierdan clases. Ya enfrentamos un retraso significativo desde la pandemia, y esta suspensión de actividades puede agravar la situación", afirmó Santín Gómez.
Si bien no todas las escuelas se han sumado al paro, la mayoría ha suspendido actividades, lo que afectará directamente a los alumnos a partir del próximo miércoles, tras el fin del puente por el Carnaval.
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Alternativas para reducir el impacto
Ante este panorama, los padres de familia han sugerido retomar estrategias implementadas durante la pandemia de 2020, como el envío de tareas o la enseñanza a distancia, con el objetivo de minimizar los efectos negativos en el aprendizaje.
El paro magisterial responde a la inconformidad de los docentes con las reformas a la ley del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), las cuales, según los maestros, afectan su estabilidad laboral y jubilación.
Búsqueda de soluciones
Mientras tanto, la Secretaría de Educación de Quintana Roo (SEQ) continúa en mesas de diálogo con los docentes inconformes, buscando una solución que permita el regreso a clases lo antes posible.
Asimismo, diputados locales han intervenido en la discusión para encontrar acuerdos que protejan tanto a los maestros como a los estudiantes.
A pesar de estos esfuerzos, la incertidumbre entre los padres de familia persiste.
"Nos preocupa el avance académico de los niños. Venimos de una pandemia que ya nos dejó un atraso significativo, y ahora enfrentamos este nuevo desafío. Esperamos que pronto se resuelva en beneficio de todos", concluyó Santín Gómez.