Cuando diez años atrás el grupo peruano de reggae Laguna Pai estrenó su tercera producción discográfica, ya tenían las cosas bastante claras. Sabían por ejemplo que de este mundo no nos podemos ir sin pelear, y que a la vida hay que tomarla por los cuernos. Vivimos para ser libres, no para perder nuestra identidad. Si nos apegamos a ese principio, las rimas, y por ende la vida, salen solas:
Somos tercermundistas, seamos realistas.
No importa si es en el fondo o en dónde estemos, es siempre la misma tierra, y las fronteras no son más que obstáculos que debemos sortear en nuestra propia búsqueda. Hay que ir a la naturaleza a encontrar las respuestas, andar de otra manera, y vivir una vida plena. Porque, podemos pedir perdón pero ¿cuando se acabe todo, de qué servirá tanta comodidad, ser campeón o ganar mucho dinero?
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Somos poseedores de canales de conexión. Con egoísmo no se llega a gozar. Toca abrir las puertas hacia adentro de uno mismo, y encontrarse con unos viejos conocidos, prejuicios en los que no puedes confiar, como los de Osvaldo. Menos mal que no lo conocí, lo agradezco mucho.
Es como si te quisieran manipular echando humo en la cara, pero uno tan tranquilo, responde sonriendo: Manuel, te quiero un montón. Así porque en esta ocasión no usaremos groserías, quizá haya niños presentes.
Ya crecerán pero hay que tomarse su tiempo, nada se desperdicia porque todo es una lección dentro del corazón de la grande Babylon. No dejemos que se nos escape la vida, ni que nos pase simplemente por delante. No estamos solos, la unión hace la fuerza y así hasta la victoria. Con los amigos nuestros sueños cobran la forma de canciones que espero podamos escuchar entre tanto ruido informativo.
El ave
Los podemos engañar, sabemos a lo que vienen y los esquivamos si optamos por salir a caminar y hallar la belleza escondida de las cosas. Distinguimos con cada tropiezo a aquellos falsos maestros y tarde o temprano podremos volar. Aunque recuerda que la perspectiva entre más arriba no es cordial, es acaso un gran estado total.
Persiste quien resiste, las cosas son como uno las piensa, convirtiendo el ruido en melodías. Así que sonríe porque existes, toma tu tabla y monta unas olas. Que se te dibuje una sonrisa en el rostro y wambambé bararará…
Estaba en esto y me acordé que tengo mucho que hacer, así que ya me voy, agradeciendo, no hay mal que por bien no venga, y me digo yo: ¿el bien cuándo va a llegar?
Si te desesperas, la vida te trata mal
Si pierdes la esperanza en los sueños, te suelen abandonar
No te sueltes.