A menos de tres semanas del inicio oficial de la temporada de captura de langosta, programada para el 1 de julio, las cooperativas pesqueras de Chiquilá enfrentan la incertidumbre de no tener un precio base del producto establecido, lo que genera preocupación entre los pescadores locales.
Pescadores de Chiquilá enfrentan captura furtiva y mal clima
Además de la indefinición en los precios, las cooperativas también lidian con la presencia de pesca furtiva y condiciones climáticas adversas.
Alberto Pérez Villatoro, representante de la Federación de Cooperativas Pesqueras, advirtió que pescadores ilegales de otras entidades han estado operando durante el periodo de veda, afectando gravemente a quienes respetan los lineamientos establecidos.
La temporada coincide con los meses de huracanes, lo que representa un riesgo adicional para la seguridad de los trabajadores del mar.
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El precio del kilo de langosta, factor determinante
Pérez Villatoro explicó que en la temporada pasada se capturaron aproximadamente 70 toneladas de langosta, pero el precio local apenas alcanzó los 500 pesos por kilo.
Esto representó un golpe económico significativo para las familias que dependen de esta actividad.
En comparación, hace dos años el kilo se vendía hasta en 700 pesos, lo que permitió una mejor calidad de vida para los pescadores.
Piden mayor vigilancia durante la veda
El representante de la federación hizo un llamado a la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) para reforzar la vigilancia en las zonas de captura.
Señaló que existen reportes frecuentes de actividades ilegales durante el periodo de veda, lo que pone en desventaja a quienes cumplen con la normativa.
Las cuatro cooperativas pesqueras de Chiquilá esperan que en las próximas semanas se defina un precio base justo y que se garanticen mejores condiciones de seguridad.
La comunidad pesquera necesita claridad para iniciar la temporada con expectativas positivas.