En Chetumal ya se siente un aire distinto. Después de más de una década sin un transporte público digno, hoy los chetumaleños comienzan a ver cómo se escribe una nueva historia, una historia de justicia social, de verdadera transformación y, sobre todo, de bienestar para todas y todos.
Porque cuando hablamos de movilidad, no hablamos sólo de autobuses o rutas. Hablamos de libertad. Libertad para elegir a qué hora salimos de casa, libertad para no depender del taxi o de caminar kilómetros porque no hay otra opción, libertad para trabajar o estudiar sin que el transporte sea una traba. Y esa libertad, esa posibilidad de moverse sin miedo y con dignidad, nos la están regresando la gobernadora Mara Lezama y el titular de Imoveqroo, Rafael Hernández Kotasek.
Con sensibilidad, con visión de largo plazo, y con un profundo compromiso por atender lo que por años nadie quiso ver, han puesto en marcha el ambicioso y necesario Plan Integral de Movilidad de Chetumal.
Se dice fácil, pero estamos hablando de un antes y un después. Porque ¿qué ciudad capital en pleno 2025 no tiene transporte público funcional? Sólo Chetumal. Y eso, es una vergüenza que esta administración se atrevió a enfrentar de frente, sin excusas, con seriedad y estrategia.
Este plan no es un parche, no es una medida de moda ni una promesa vacía. Es un proyecto de cuatro etapas bien pensadas, bien estructuradas y, lo más importante, hechas con la gente y para la gente. Porque aquí no se impone, aquí se consulta. De inicio se han instalado 30 buzones en lugares imporantes y 10 mesas ciudadanas para que todas y todos puedan opinar, proponer y participar.
Y no se queda en el papel. Ya comenzaron las pruebas de autobuses para conocer recorridos, tiempos, necesidades reales. No se trata de adivinar, sino de escuchar, de analizar con seriedad técnica.
Este plan tiene visión: en 2026 tendremos autobuses modernos, con aire acondicionado, accesibles, con pago electrónico, con horarios dignos y frecuencias que respetan nuestro tiempo. Ya no tendrán que esperar una hora bajo el sol o la lluvia. Tendrán un servicio confiable, constante y seguro.
¿Y saben qué es lo más poderoso de todo esto? Que se dan pasos firmes para que el transporte deje de ser un lujo para pocos y se convierta en un derecho para todos. Que nadie más tenga que gastar el 40 por ciento de su ingreso sólo en moverse. Que las colonias estén conectadas. Que niñas y mujeres se sientan seguras al subir a una unidad.
Y si hablamos de seguridad, no dejemos de mencionar que este nuevo sistema contará con cámaras, botones de pánico, operadores capacitados y supervisión constante. Se acabó la improvisación, llegó la responsabilidad.
Claro que habrá voces que critiquen, que digan que es mucho, que no se puede. Pero esas voces son las mismas que durante años permitieron que el transporte fuera deficiente, inseguro e injusto. Son los mismos que dejaron crecer un parque vehicular sin planeación.
Hoy, gracias a una gobernadora comprometida con el sur del estado, una mujer incansable, sensible y valiente como Mara Lezama, las cosas están cambiando.
Visita turutachetumal.com, y participa. Chetumal ya se mueve.