La construcción del Libramiento Tulum continúa firme y sin cancelaciones, confirmó Guido Mendiburu Solís, director del Centro de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) Quintana Roo.
Asimismo precisó que su finalidad es conectar de manera directa el Aeropuerto Internacional Felipe Carrillo Puerto con la carretera federal 307.
Además explicó que con ello agilizar la movilidad que actualmente necesariamente tiene que fluir por el centro de la ciudad de Tulum.
Conectividad y movilidad con el Libramiento Tulum
La elaboración del proyecto ejecutivo registra un avance del 80 por ciento, y el trazo carretero está diseñado como vía alterna para desahogar el tráfico pesado y turístico que actualmente atraviesa la zona urbana de Tulum.
La carretera 307 opera por encima de su capacidad debido al crecimiento acelerado de la ciudad, la llegada de nuevos desarrollos habitacionales, así como el incremento de vehículos que ingresan desde Playa del Carmen, Felipe Carrillo Puerto y la zona hotelera, afirmó.
¿Te enteraste?
Proyecto prioritario para la SICT
El funcionario mencionó que para la Federación, el libramiento es considerado prioritario dentro del plan carretero del corredor Riviera Maya que busca conectar destinos turísticos emergentes, reducir la presión vial dentro de las ciudades y articular accesos directos hacia el nuevo aeropuerto de Tulum.
Durante la integración de la nueva Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), los técnicos detectaron que ya existía un trámite similar ingresado en 2011, el cual fue pensado en una época en la que el ahora noveno municipio tenía una densidad poblacional y una mancha urbana mucho menor.
Nuevo trazo con menor impacto ambiental
“El Libramiento Tulum se quiso retomar en 2020, pero no era viable porque ya había sido absorbido por la mancha urbana. Se ingresó una nueva MIA y, al revisarla, nos percatamos de que existía otra desde 2011. Para avanzar, había que desistir de ese trámite, y el desistimiento ya se hizo”, explicó.
De acuerdo con la SICT, el nuevo trazo busca minimizar afectaciones ambientales y sociales, considerando zonas de selva, áreas urbanas consolidadas y posibles cruces con caminos ejidales, algo que no estaba contemplado en el diseño de hace más de 10 años.




