Por Eugenio Pacheco
Mérida, Yucatán.- Autoridades de universidades de seis estados del sureste de México trabajan coordinadamente para establecer protocolos de actuación y estrategias para erradicar la violencia y el acoso contra integrantes de la denominada diversidad sexual, que representan 20% de las comunidades académicas y estudiantiles.
El catedrático investigador de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Carlos David Castillo Trujillo, dio a conocer que actualmente las universidades representan focos rojos por el gran número de casos registrados de agresiones físicas o psicológicas, o diversos tipos de acoso contra estudiantes, maestros o personal administrativo.
Lamentó que no existan estadísticas sobre el impacto de estas conductas; sin embargo, dijo que al comenzar a monitorear el problema se han documentado casos de deserción escolar y hasta abusos laborales.
Destacó que en la gran mayoría de las universidades no existe una ventanilla para denunciar o recibir orientación sobre qué hacer durante este tipo de situaciones, y consideró que se está dejando de cumplir con las obligaciones universitarias de velar por los derechos humanos. Añadió que, de acuerdo con la información, en todas las universidades existe ciberbullying por homofobia, así como bullying y acosó a mujeres y hombres homosexuales.
FACTORES SOCIALES
Advirtió que las causas de acoso son múltiples. Como ejemplo citó los trabajos de construcción que se realizan en la Universidad Autónoma de Yucatán, donde los obreros, que debían cumplir las normas internas, molestaban con silbidos o malas palabras a los estudiantes.
AVANCES
Según Castillo Trujillo, se avanza en las políticas públicas, normas y reglamentos al interior de las universidades para permitir la “visibilización” de la diversidad de ideas y preferencias de género y sexuales y conocer las implicaciones políticas, económicas y educativas de este tema.
Advirtió que actualmente las universidades del sureste de México son focos rojos por lo que se trabaja en la creación de protocolos sobre acoso y hostigamiento, y violencia laboral, similares a los que ya existen para proteger a la mujer.
Argumentó que al igual que todas las personas, los integrantes de la diversidad sexual sea uno o cien, nunca deberían estar bajo situaciones de acoso u hostigamiento, y advirtió que con un único caso es suficiente para que se establezcan las medidas necesarias para evitar que vuelva a ocurrir.