Turismo masivo

Investigadores y activistas cuestionaron este jueves el proyecto del nuevo y cuarto muelle en Cozumel, por representar una amenaza al ambiente y a la convivencia social de la isla

El bienestar y la vida marina se ven amenazados, coincidieron biólogos, activistas e investigadores durante el conversatorio virtual titulado “No lo haga, compa”.

La plática se celebró con el objetivo de evidenciar los daños que ha causado el modelo de turismo masivo y la industria de cruceros en la isla de las golondrinas y así “repensar acciones para frenar la expansión de este modelo en La Paz, Baja California Sur”.

“Tanto en Cozumel como en La Paz el turismo masivo ha atentado contra los ecosistemas costeros, amenazando sistemas de vida de los que dependen muchas más personas de las que habitan las ciudades directamente afectadas”, señalaron.

En Cozumel, destacan, la industria de cruceros ha insistido en extenderse con la construcción de un cuarto muelle, aun cuando se ha documentado durante años las afectaciones irreversibles a los arrecifes de coral derivadas de las actividades surgidas de estas estructuras anteriormente construidos.

“En La Paz esta misma industria pretende instalarse en el territorio del ÔÇÿacuario del mundoÔÇÖ, por lo que organizaciones y personas locales se han unido para evitar que así sea”, informan.

Las organizaciones participantes fueron Bciscletos, Coral Hero, Cozumel Coral Reef Restoration Program, CIMAC y Planeteando.

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Turismo masivo pone en riesgo ecosistemas

Como moderadora figuró la periodista Priscila Hernández Flores y como panelistas Germán Méndez, biólogo en Cozumel; Frida Lara, bióloga en La Paz; Lupita Martín, activista en Cozumel; Alekz águila, activista en La Paz, y Mina Morsán, activista en el Caribe.

El muelle se ubicará en la costa noroeste de la Isla de Cozumel y tiene por objetivo construir las obras que permitan el atraque de buques de cruceros que llegan a la zona.

También se permitirá el abordaje y desembarco de turistas.

Además del muelle, el proyecto considera un edificio que funcione como terminal con el objetivo de recibir a las personas que aborden o desembarquen de los cruceros.

La conexión entre el muelle y la terminal, detallan en la Manifestación de Impacto Ambiental promovida por la empresa Muelles del Caribe, será mediante un puente peatonal que cruzará la Avenida Rafael E. Melgar.

La construcción será en forma de “L”, con una superficie de 1.16 hectáreas que permitirá el atraque de embarcaciones de hasta 362 metros de eslora.

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El muelle será edificado sobre pilotes de acero y losas de concreto prefabricadas. Estará compuesto por el puente de acceso o pasarela y la plataforma de atraque.

Su desplante iniciará en la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat), la cual se encuentra desprovista de vegetación costera, siendo importante señalar que se cuenta con una superficie autorizada de 0.11 hectáreas en la Zofemat.

El área no ocupada por la estructura del muelle en la Zofemat será utilizada para la colocación de una plataforma tipo muelle.

“El muelle permitirá principalmente el atraque de grandes embarcaciones, buques y cruceros que continuamente llegan a la zona, permitiendo el abordaje y desembarque de pasajeros, y para proveerlos de servicios será necesario también construir una terminal de cruceros con una superficie de 1.1 hectáreas, que permita albergar la llegada y posterior abordaje de pasajeros desde y hacia los cruceros”, explican.

La inversión estimada para la ejecución del proyecto será de 58 millones 617 mil 023 pesos, dentro de la cual se contempla un porcentaje para las medidas ambientales.

RICARDO HERNáNDEZ
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