A unos meses de que inicie la nueva temporada de arribazón de sargazo, especialistas piden prepararse para atender la emergencia.
Y es que, a decir de Alejandro Bravo, miembro del Consejo Asesor para la Atención al Sargazo en Quintana Roo, la respuesta de la autoridad se da tarde cada año, cuando las macroalgas se acumulan en las playas de Quintana Roo.
“Durante el tiempo que no llega sargazo quedan muchos pendientes por resolver para la próxima temporada, como trabajar en la adecuación de los terrenos donde se dispone el sargazo, se tiene que organizar a hoteles, Ayuntamientos. No se hace y cada temporada es volver a aprender”, dijo Bravo.
“Es necesario que se recopile toda la información que se genera, que se establezca un equipo de monitoreo externo de las autoridades de limpieza, pues los mismos que limpian son los que llevan el conteo en la recoja, tanto en mar abierto como en playas”, añadió.
Los señalamientos de pendientes se suman a los hechos recientemente por el contralmirante Alejandro López Zenteno, de la Marina, quien aseguró que la carencia de la infraestructura portuaria en Quintana Roo ha obstruido la atención de disposición final del sargazo.
Aunque la Marina cuenta con un buque sargacero para recolectar sargazo en alta mar, éste no se puede descargar más que en Puerto Morelos, el único con capacidad para recibir una embarcación del tipo.
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Piden, de nuevo, prevenir emergencia por sargazo
“Carecemos de infraestructura de muelles que nos permita contar con más buques de este tipo”, comentó López Zenteno.
El buque con el que cuenta la Marina se modificó para poder capturar sargazo. El atraque solo se puede dar en Puerto Morelos, el único lugar donde sí se cuenta con un muelle con la infraestructura necesaria para recibir buques del tipo, resaltó.
Esto complica no sólo el atraque de buques, sino la descarga de lo recolectado.
“Al no existir muelles, se complica la descarga del sargazo. A veces nos tardamos hasta un día”, dijo.
Comentó que actualmente estudian donde se podría instalar un nuevo muelle para eficientar los trabajos.
Se requiere, comentó, un muelle con fácil acceso, que soporte el ancho y peso de un volquete con longitud de al menos 30 metros, con una profundidad mínima de 1.5 metros en baja mar.
Ricardo Hernández
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