El olor marino los hace sentir vivos, la playa es su casa, pero es hora adentrarse en la profundidades, preparar hielo, checar que su lancha esté en perfectas condiciones y que la gasolina sea suficiente. A veces, para los pescadores, el amor a su actividad diaria es lo más importante, aunque tengan que pagar los altos precios de la gasolina y las ganancias sean pocas en la mejor temporada del año: la de langosta.
Pescadores independientes de Puerto Juárez con empeño realizan su actividad económica, aunque reconocen que la inversión es grande y que hay días que al regresan no recuperan lo que destinaron en esa jornada.
Para realizar la pesca de langosta, pulpo y pescado se requiere llenar el tanque de la lancha con 70 litros de gasolina, o preveer y cargar unos 200 litros que se espera que rindan para 2 o 3 días de trabajo.
Del mar a la mesa
Roberto Esquivel con cerca de 40 años dedicado a la pesca, se levanta a las 5 de la mañaana porque vive en Leona Vicario, llega cerca de las 6:30 a Puerto Juárez. Cerca de las 7 sacan el hielo que llevarán para subir a la lancha y cerca de las 8:30 es la salida.
Se enfoca en la captura de pulpo, langosta y pescado, esta última especie, es la más lastimada, pues ya practicamente las ganancias son nulas.
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Poco redituable la pesca en Puerto Juárez
Recorrer 50 kilómetros y acercarse a Isla Contoy tiene un costo de alredor 2800 pesos de ida y vuelta, pero es ahí donde encuentran una profundidad para capturar las tan codiciadas especies marinas.
Tarquino Pérez, quien dice orgulloso que nació prácticamente en el agua, pues empezó a pescar con su padre a las 12 años y a sus 47 sigue desempeñando esta actividad señaló que después de una “larga tirada” en el agua regresan al alrededor de las 5 de la tarde.
Pero como en todo, hay días buenos y malos, a veces regresan con gran alegría y en otros, con las especies capturadas, no se cubre ni el costo de la inversión del día.
La peor parte, según lo comentan Luis Witz es que los que se ven más beneficiados son quienes les compran sus productos y lo revenden a los grandes restaurantes o empresarios.
Cuando regresan asoleados y con el cuerpo cubierto de sal, ya los esperan ansiosos para comprarles un pescado grande en 130 pesos, langosta en 420 y un pulpo en 150.
Las temporadas de la langosta es de julio a marzo; la de pulpo desde el 15 de agosto a diciembre. La captura de pescado se realiza todo el año, pero sin grandes ganancias para poder contar con una mejor calidad de vida.
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