Luiz Inácio Lula da Silva obtuvo 48% de los votos, frente al 50% y el 51% que preveían respectivamente Datafolha e Ipec

Los resultados de la jornada electoral del pasado domingo arrojaron que habrá una segunda vuelta por la presidencia de Brasil. De inmediato, el expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, el actual mandatario Jair Bolsonaro y sus respectivos equipos de campaña arrancaron sus estrategias.

El balotaje será el próximo 30 de octubre, en medio de una reacción positiva de los mercados, pese a la incertidumbre política.

El expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, de 76 años, se impuso con el 48% de votos al mandatario ultraderechista, con 43%, pero se quedó lejos de una victoria holgada como preveían los sondeos. Tampoco logró superar el 50% necesario para evitar una segunda vuelta el 30 de octubre.

La ventaja, de cinco puntos, dejó la definición abierta y proyecta semanas de una campaña intensa y agresiva en un país profundamente dividido, coincidieron analistas.

Como ya sucedió en otros eventos clave recientes, como la elección de Donald Trump en Estados Unidos en 2016 o el Brexit en Gran Bretaña el mismo año, las principales encuestadoras erraron de plano.

Los números del domingo correspondieron en cambio con el escenario “optimista” que defendía el equipo de campaña de Bolsonaro, de 67 años, que lo deja con posibilidades de lograr la reelección.

La bolsa de valores de Sao Paulo trepaba 5.20% en la tarde de lunes, señal del apoyo de la comunidad económica no solo a Bolsonaro, sino a la nueva configuración conservadora del Congreso.

“Independientemente de quien gane el segundo turno, va a tener que gobernar con un Congreso más orientado a la derecha, más liberal y promercado, con un gran peso”, dijo el economista Igor Macedo de Lucena.

 

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Guerra de declaraciones

 

Bolsonaro escribió en Twitter que “uno de los objetivos principales y más difíciles se alcanzó ayer” domingo, en referencia a forzar un segundo turno.

“Tenemos lo necesario para liberar a Brasil del autoritarismo, del chantaje y la injusticia que tanto nos indigna. ¡El cambio más profundo del país ya comenzó! No es el pueblo el que tiene que temer”, añadió el mandatario.

MIentras que Lula da Silva escribió en Twitter “Esta es la prórroga. “Vamos a trabajar (…) y conquistar nuestra victoria. Vamos a conversar con quienes piensan que no nos quieren y vamos a convencerlos”.

¿Qué mostraban los sondeos?

 

Luiz Inácio Lula da Silva obtuvo 48% de los votos, frente al 50% y el 51% que preveían respectivamente Datafolha e Ipec, dos encuestadoras de reconocida trayectoria en Brasil, que acertaron así sus pronósticos dentro del margen de error para el exmandatario izquierdista.

Pero lo que no supieron anticipar fue el éxito que tendría el bolsonarismo: con el 99% de los colegios escrutados, el presidente conquistó el 43% de los votos, frente a un máximo de 37% que le atribuyeron las encuestas en los meses previos.