Un matrimonio de la tercera edad de escasos recursos de Cozumel será el nuevo beneficiado con la nueva donación de una casa construida con bloques de sargazo que Bluegreen México y su fundador, Omar Vázquez, entregarán en Quintana Roo.
Se trata de doña Lorenza y don Armando, dos personas de la tercera edad. La primera es una persona con discapacidad visual y el segundo es pepenador.
“Esas historias me alimentan a querer apoyarlos”, comenta Vázquez.
Esta será la decimoquinta casa construida con blocs de sargazo que dona el empresario filantrópico en la entidad.
El material para hacerlo posible ya se encuentra en la isla de las golondrinas y este jueves comenzarán a construirla, comentó.
“La idea es que para el 30 de noviembre, los abuelitos ya tengan su casita, la tengan amueblada; les vamos a ayudar con todo. Les vamos a comprar muebles también para que tengan su casita bien”, dijo.
Para recaudar dinero para el proyecto realizaron en septiembre pasado un evento artístico y cultural, sin embargo, no tuvo mucho éxito.
“Como que ya no hay esta cultura de ayudar. Nos hemos perdido mucho en la tecnología, en las redes sociales, en el Tik Tok y nos hemos vuelto más huraños. Es increíble que no genere interés este tipo de cosas”, se queja el filantrópico.
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Vázquez comenta que necesitan entre 180 y 200 mil pesos para poder construir la casa, que serán aportados completamente por el filántropo y sin costo para la familia beneficiada.
Las otras 14 casas de sargazo se han entregado a familias, también de escasos recursos, de Solidaridad, Puerto Morelos y Benito Juárez.
Los blocs de sargazo han sido patentados ya por Vázquez. En un predio de su propiedad y con maquinaria industrial, Vázquez produce cada bloque.
“Recolectamos el sargazo, lo procesamos en una máquina industrial y estamos produciendo entre mil y mil 500 bloques por día, que son secados al sol y en seis horas están listos para empezar a construir. Son orgánicos, mejoran la acústica, son térmicos y es un producto mexicano”, comentó.
Vázquez ha creado lo que él denomina un “círculo virtuoso”, pues de un problema que es el arribazón masivo de sargazo ha creado una industria para su aprovechamiento, incluso, ha servido de programa de empleo, pues contratan a personas con problemas de adicción que tienen ganas de rehabilitarse para que puedan tener una opción de vida.
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