La vergüenza a la que fueron expuestos los reyes Carlos III y Camila fue difundida en la Internet, cuando llegaban a una ceremonia en York de develación de una estatua de la reina Isabel II, la primera que se instala desde su muerte, como parte de una breve gira por Yorkshire, cuando de pronto alguien lanzó cuatro huevos a su paso.

Sin embargo, aparentemente el incidente no los afectó y continuaron su camino. De inmediato la policía arrestó a un manifestante que gritaba consignas. El atacante fue tirado al suelo por cuatro policías mientras gritaba “este país se construyó sobre la sangre de los esclavos”, por otro lado, la gente gritaba “Dios salve al rey” y “vergüenza”.

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Después del hecho, Carlos y Camilla parecían imperturbables mientras continuaban su caminata y saludaban.

Un medio británico dijo que el incidente se produjo justo un día después de que la ahijada de Charles, Fiona Compton, revelara que ella y el Rey han estado hablando sobre la necesidad de “apertura” al discutir el papel histórico de Gran Bretaña en la trata de esclavos.

“Él está listo para tener conversaciones activas sobre la relación de Gran Bretaña con la trata de esclavos. Está de acuerdo en que esto es historia británica y que no debe ocultarse”, expresó Compton.

Tan solo el mes pasado, dos activistas de “Just Stop Oil” arrojaron dos tortas de chocolate en la cara de la figura de cera del rey Carlos III en el museo de Madame Tussauds, ubicado en Londres, y comenzaron a pedir que el gobierno británico anule con sesiones y permisos el consumo y transporte de combustibles fósiles.