Las autoridades estatales y municipales han hecho un llamado a extremar precauciones y evitar ser víctimas de fraudes patrimoniales por ventas irregulares o plenamente ilegales sobre terrenos ejidales en el norte de Quintana Roo.

Y es que sobre Cancún y su único ejido Alfredo V. Bonfil se han desarrollado asentamientos irregulares donde se ofrecen terrenos a través de un método fraudulento que deja en indefensión e incertidumbre patrimonial a los ciudadanos, según han detectado las autoridades estatales y municipales.

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Bonfil fue creado en 1975, gracias a una solicitud de creación de un nuevo centro de población ejidal que hicieron 210 campesinos de Durango y Guanajuato, quienes no encontraron tierras disponibles en sus estados y por lo cual el gobierno federal expropió 25 mil hectáreas de monte alto y bajo de Cancún para que aquellos solicitantes pudieran hacer uso de ellas y asentarse.
Sin embargo, los campesinos recién llagados nunca pudieron cosechar en este ejido porque la tierra es muy delgada, diferente a otras regiones y no es propicia para la siembra.

Ante ese embrollo, los ejidatarios entonces renunciaron a la agricultura, la ganadería y las actividades forestal y mejor optaron por el desarrollo urbano de sus parcelas, con lo cual generaron ganancias sin parangón alguno.

Fue tal el desarrollo de Alfredo V. Bonfil que en nuestros días cuenta con sobre más de tres mil hectáreas 40 asentamientos irregulares y fraccionamientos ilegales, donde habitan cerca de 200 mil personas, es decir, casi un cuarto del total de residentes del municipio, quienes viven en las condiciones más precarias, marginalizadas y rezagadas, según se expone en el Programa Metropolitano de la Zona Metropolitana Cancún-Isla Mujeres, publicado recientemente por la Secretaría de Desarrollo Territorial Urbano Sustentable (Sedetus).

Mayra García, una de las hijas de Dora García, una difunta líder política del PRD en Tres Reyes, un asentamiento irregular, y quien partició en la ilegal urbanización del ejido, cuenta que, primero, se dividen en lotes, se ponen en venta, se ofrecen mediante volantes, lonas y demás anuncios publicitarios, en los que se omite mencionar que se trata de terrenos ejidales.

Los lotes se venden a a 70, 80, 100 o hasta 170 mil pesos, diferidos en pagos mensuales. Y todo ello se realiza sin mediación de los permisos urbanísticos correspondientes ante el Municipio o el Estado.
Los ejidatarios César López, Agustín Monreal, Vicente Segovia, Lidia Ortega, Jilio Aldrete, Jerónimo Vázquez, Clemente Vázquez, Ángel Morán son los que han realizado este tipo de urbanizaciones, y quienes se mantienen impunes.

En un documento de promesa de cesión de derechos, en poder de este medio, que firmó a mediados de 2017 Milaysa Oliver Rodríguez, se indica la obligación de pagar mil 500 pesos mensuales hasta cubrir los 150 mil pesos que costó su lote.

A decir de Juan Manuel Torres, extitular del área jurídica de la Secretaría Municipal de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Benito Juárez, se tratan de contratos leoninos y hasta ilegales, con los cuales se defrauda a estas personas, que nunca podrán acceder a escrituras en tanto que se trata de tierras ejidales.