En Yucatán y particularmente en la ciudad de Mérida, una de cada tres veces que un consumidor compra una especie de pescado, se les da otra de menor calidad, además de que paga en promedio seis veces más por productos que tampoco se solicitaron, así lo advirtió la directora de Campañas de Transparencia de la organización Oceana, Mariana Aziz.

También te puede interesar: Profeco recomienda consumir el pescado Lisa esta Cuaresma

“Este año hicimos nuestros estudios en Sonora y Sinaloa, sin embargo, previamente lo hemos hecho en la ciudad de Mérida y nos hemos encontrado que, en la capital yucateca, una de cada tres veces que compramos pescado, nos dan una especie completamente distinta”, indicó.

Explicó que desafortunadamente el reemplazo de una especie por otra de mucho menor valor, es una situación que se replica en todo el territorio nacional. Por lo que destacó que se necesita de una trazabilidad por la cual, las autoridades garanticen a los consumidores que efectivamente en la mesa está la especia que efectivamente compraron.

Detalló que, en el caso particular de Mérida, detectaron que las personas que acudían a establecimientos para comprar mero, en realidad les daban pez basa, una especie que se produce por medio de acuacultura, además de tener como origen Vietnam.

“No solo nos están engañando en cuanto al precio y estamos pagando altos costos por especies que no lo valen, sino también estamos de dejar de consumir lo que pescan los hombres y mujeres de mar locales”, sentenció.

En tal sentido, señaló que con pláticas con pescadores les han referido que estas situaciones les afecta su economía, ya que se desplaza el producto local, sobre otro de menos calidad y que viene de fuera.

Con el fin de garantizar que a los consumidores no les den Gato por Libre que es como se llama el reciente estudio de la organización internacional a favor de los mares, sostuvo que se necesita que exista un seguimiento desde que la especie se captura en los barcos, hasta que llega a la mesa de las personas, es decir, la trazabilidad.
Por último, criticó que actualmente no existe un marco regulatorio que garantice que el consumidor final está efectivamente comiendo lo que pagó por lo que consideró que es urgente que la trazabilidad se establezca por ley.