A las 9:05 tocó tierra en Chetumal el avión “cazahuracanes” de la Fuerza Aérea de Estados Unidos después de 11 años de su anterior visita, esto como parte del convenio de colaboración entre la Comisión Nacional del Agua (Conagua) del gobierno de México y la Oficina de Administración Nacional Oceánica y de la Atmósfera (NOAA por sus siglas en inglés).
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Durante el acto protocolario, Edgar Gasca Arceo, subsecretario Interinstitucional de Enlace de la Secretaría de Gobierno, explicó la importancia de fortalecer los lazos de colaboración para lograr proteger a la población de los fenómeno meteorológicos.
“Con los datos del avión cazahuracanes las predicciones de los huracanes son mas certeras, ya que mejoran hasta en un 30%, con lo que se puede dar una mejor información a través de los boletines que emite la Coordinación Estatal de Protección Civil”, comentó.
La coordinadora general del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), Alejandra Méndez Quirón, hizo la entrega de un reconocimiento al subdirector del Centro Nacional de Huracanes de l NOAA, Jaime Rome y al capitán Eric Olson, piloto del avión cazahuracanes como parte del 53 Escuadrón de Reconocimiento de la US Air Force.
En su mensaje destacó la importancia de colaborar mundialmente con datos para enriquecer el conocimiento con los modelos de predicción que realizan los servicios meteorológico de cada nación.
El avión caza huracanes Hércules mide 29.3 metros (m) de largo, 11.9 m de alto y tiene una envergadura de 39.7 m. Para volar cuenta con cuatro motores Roll Royce AE 2100d4 de turbohélice de 4 mil 700 caballos de fuerza cada uno y cuatro hélices 6 X Dowty R391.
La tripulación a bordo del avión enfrenta a los huracanes para adentrarse su interior desde donde lanza sondas que transmiten continuamente medidas de presión, humedad, temperatura, dirección y velocidad del viento a medida que caen al mar, proporcionando una visión detallada de la estructura de la tormenta y su intensidad.
Esto permite conocer cuan destructivo puede ser en caso de un impacto en tierra. Asimismo, permite pronosticar de manera más precisa su trayectoria e intensidad.
Este tipo de aviones requieren en promedio 8 mil 600 galones de combustible para realizar una misión, la cual puede durar hasta 12 horas de vuelo continuo.