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Discapacitados no cesan en la lucha por una ciudad más inclusiva

En trasporte y movilidad para que las personas con discapacidad se puedan trasladar fácilmente en la ciudad hay mucho por hacer, de acuerdo con Ricardo Prudente, director de Inclusión para las personas con discapacidad del Ayuntamiento de Benito Juárez, ya se desarrollan mesas de trabajo para cruces, autobuses y accesos seguros para los ciudadanos en esta condición.

De acuerdo a datos proporcionados por el titular de inclusión en el municipio, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía reporta que son 220 mil, las personas con discapacidad que viven en Quintana Roo, y es Benito Juárez el municipio que concentra prácticamente a la mitad.

“Cancún es una ciudad enorme, pero se está volviendo a ver la inclusión que antes no había. Llevamos un año en la dirección en donde estamos tratando de empezar por el primer cuadro, porque son cosas en las que la gente no se da cuenta hasta que cuenta una discapacidad y no puede desplazarse independiente por la ciudad”.

Mientras el proyecto del transporte público que tenga un acceso y el espacio necesario para este sector de la población avanza en mesas de trabajo, se realizan campañas con el apoyo del Ayuntamiento, como la que se denominó  “Unidos por la Seguridad Vial” en la conocida zona de El Crucero. Esto a fin de que la gente  conozca el funcionamiento de los semáforos sonoros e inclusivos que se encuentran instalados en donde convergen las avenidas López Portillo y Tulum.

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Agregó que la dirección que encabeza también ha detectado algunas rampas para el acceso de personas con sillas de ruedas, que complican su desplazamiento. “En las calles y edificios muy viejos como los que están a los alrededores de Las Palapas, que se hicieron sin intenciones de dar una accesibilidad, vemos rampas que chocan con un poste, que no cuentan con la angulación correcta, porque los arquitectos desconocían el tema”. destacó el entrevistado.

Para ello, el año pasado se dio a conocer el Manual de Accesibilidad Universal, el cual obliga a las nuevas construcciones a adaptarse a las necesidades de las personas con cualquier tipo de discapacidad.

“Eso nos va a ayudar muchísimo para que las nuevas construcciones ya vengan accesibles. Es decir, si tú quieres tener un restaurante o un hotel, tienes que pagar y sacar tu permiso del ayuntamiento, pero no te lo van a liberar si se comprueba a través de inspecciones que tu proyecto no tiene accesibilidad, no te lo van a liberar”, concluyó.

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