Irán anunció hoy el arresto de sospechosos acusados de haber participado en el derribo de un avión de pasajeros ucraniano, cuando las manifestaciones antigubernamentales desencadenadas por el desastre entraron en su cuarta jornada.

Tras haber negado su responsabilidad, acabó por reconocer el fin de semana pasado que sí habían sido sus misiles los que alcanzaron la aeronave, durante un estado de alerta máxima debido a las tensiones con EU.

Los misiles estaban dirigidos a objetivos estadounidenses en Irak, como respuesta por el asesinato del general Qasem Soleimani, el más alto mando militar iraní.

El derribo del vuelo 752 de Ukraine International Airlines, que mató a las 176 personas a bordo de la nave, el miércoles pasado, ha desembocado en uno de los mayores desafíos públicos a los dirigentes religiosos de Irán desde que llegaran al poder tras la Revolución Islámica de 1979.

Los manifestantes, con los estudiantes a la cabeza, han salido a las calles para protestar desde el sábado contra el poder establecido, habiéndose encontrado en varias ocasiones con una violenta represión policial.

Imágenes de video difundidas desde Irán han mostrado personas heridas, charcos de sangre en las calles y el sonido de disparos. La magnitud de los disturbios es difícil de evaluar debido a las restricciones impuestas a los medios de comunicación independientes.

El presidente Hassan Rouhani prometió una investigación exhaustiva sobre el “error imperdonable” del derribo del avión, en un discurso televisado el martes, el último de una serie de disculpas de un líder que rara vez admite errores.

El portavoz del sistema judicial de Irán, Gholamhossein Esmaili, dijo que algunos de los acusados de haber participado en el desastre del avión ya han sido arrestados. No obstante, no identificó a los sospechosos ni dijo cuántos habían sido detenidos.