CANCÚN.- El tramo del Tren Maya que va de Playa del Carmen a Tulum tendría que correr por una vía paralela a la carretera 307, a fin de evitar afectaciones al turismo, afirmó Alejandro Zozaya, presidente ejecutivo de Apple Laisure Group, el conglomerado de Estados Unidos que posee casi 30 hoteles en Quintana Roo.
De hacerlo así, afirma, se evitarían embotellamientos que terminarán por afectar al turismo y a la hotelería.
“Un tema que me preocupa es el tema del Tren Maya, que supuestamente va elevado, pero solamente va a ser elevado hasta Playa del Carmen. Y la otra parte, hacia Tulum, no va a ir elevado”, dijo en entrevista previa a la inauguración de la edición 20 del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés).
Y es que las obras ferroviarias durarán hasta 2023 e incluso, se podrían extender más allá.
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Dos años de trabajos de obra sobre la única carretera que conecta al norte con el sur de Quintana Roo podrían causar molestias entre los viajeros, dijo.
Y es que cerca de 50 kilómetros del Tren Maya irán elevados, de Cancún a Playa del Carmen. Así lo anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador en su última visita a Quintana Roo. La decisión de elevarlo, dijo, se tomó porque así no se afectará el tránsito de la carretera 307 ni a los hoteleros que se encuentran en la zona. Es por ello que Zozaya pidió trazar la ruta de las vías de Playa del Carmen a Tulum por una vía paralela.
Cabe recordar que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) había ingresado la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto de libramiento de Tulum, con una longitud de 26 kilómetros, que incluía tres entronques a desnivel, una obra vial que “cumpliría con las necesidades actuales dentro de la región con influencia, como lo es vialidad, integración y comunicación; un proyecto de la construcción de un cuerpo carretero nuevo, que reúne las especificaciones de un tipo ÔÇÿA2ÔÇÖ”, detallaban en el escrito.
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Se trataba de una vía que serviría de desahogo para cuando iniciaran las obras del Tren Maya, sin embargo, el proyecto de MIA fue rechazado por la Semarnat.
Dicho plan nació de la necesidad por incrementar y modernizar la red carretera de Quintana Roo, “reconociendo además la importancia de unir poblaciones que están incididas por el proyecto carretero, incrementando el intercambio turístico y comercial de una manera más ágil, ya que estos sectores se reconocen por ser de mayor importancia y trascendencia en la economía regional, local, estatal y nacional”.
Los enroques eran en Carrillo Puerto, en Cobá y Playa del Carmen. Para la ejecución de todo el proyecto solicitaban un tiempo aproximado de dos años, debido a que el inicio de actividades de la obra estaba supeditado al proceso de aprobación del Estudio técnico justificativo y la licitación para la ejecución de la obra, la cual sería complemento al Tren Maya.
Entre los objetivos se encontraba desahogar el tránsito de vehículos en el centro de población Tulum, que al verse atravesado por la principal vía de comunicación entre Cancún y Chetumal ya presenta asentamientos considerables, provocados principalmente por vehículos de carga, que entorpecen las actividades económicas y turísticas de esa municipalidad, así como generar ahorro en tiempo de recorrido y costos de operación en tránsito de largo itinerario.
Ricardo Hernández