CDMX.- Donald Trump arrancó su nueva campaña electoral con una aprobación históricamente baja de 43 por ciento y con encuestas internas ÔÇôfiltradas a la prensaÔÇô donde aparece debajo del puntero demócrata, Joe Biden. Sin embargo, cuenta con sólidas cifras económicas, de empleo (las mejores desde 1979), y el mercado en cifras récord.

De acuerdo con el Miller Center, oficina de la Universidad de Virginia que se especializa en el estudio de los presidentes estadounidenses, éste es el panorama con el que los más recientes mandatarios llegaron a su campaña de reelección:

Barack Obama (2012)

Obama llegó a 2012 con una aprobación muy baja (cerca del 46 por ciento) y un índice de desempleo de más del 8 por ciento, números preocupantes para alguien que busca la reelección. Sin embargo, el Presidente no sufrió retos importantes en las primarias, por lo que aprovechó los próximos meses en consolidar el apoyo de su partido, mientras que los republicanos eligieron al ex Gobernador de Massachusetts Mitt Romney.

Una decisión de la Corte Suprema de 2010 abrió la puerta a relajar los candados en la cantidad de dinero que corporaciones, sindicatos y personas adineradas donaran a las campañas presidenciales. Se estima que los fondos de campaña de cada uno rondaron los mil millones de dólares.

George Bush (2004)

Bush vio una subida de popularidad durante la guerra con Irak y su único contendiente interno se bajó de la carrera tras la captura de Sadam Hussein a finales de 2003.

El Presidente enfocó su campaña en demostrar que podría continuar liderando a la nación en temas importantes. Para su segundo mandato, se comprometió a modernizar la Seguridad Social, reformar el sistema de inmigración y continuar la ‘guerra contra el terrorismo’.

Bill Clinton (1996)

En 1995, Clinton basó su campaña presidencial en enfatizar sus compromisos con la clase media. Lo benefició que una investigación del Senado sobre las actividades económicas de los Clinton en Arkansas arrojó poca evidencia que los vinculara con actividades criminales, por lo que fue vista como una movida partidista.

Además, la economía se empezó a recuperar cinco meses antes de que iniciara su campaña, lo que le permitió a Clinton tomar crédito por las bajas tasas de interés, la baja tasa de desempleo y una drástica disminución en el déficit del presupuesto federal.

George H. W. Bush (1992)

uando la Guerra del Golfo Pérsico terminó en marzo de 1991, George H. W. Bush tuvo índices de aprobación muy altos, algunos cerca del 90 por ciento.

Sin embargo, los estadounidenses mostraron estar más preocupados por la situación económica en su país: la economía de EU se había desacelerado, y el público percibió una inacción del Gobierno. Además, muchos republicanos no perdonaron que Bush rompiera su promesa de campaña de no aumentar impuestos.

Eventualmente, la campaña se centraría en ese tema y el lema no oficial de la campaña de Clinton, “es la economía, estúpido”, capitalizó de la situación del país. Bush padre es el único presidente desde 1992 que no ha ganado su reelección.

Con información de Reforma

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