¿Son arte los videojuegos? ‘Death Stranding’, la última creación de ese genio del ocio interactivo que es Hideo Kojima, da pie, en la misma medida que ‘Okami’, ‘Gris’ y otros clásicos contemporáneos, que al menos unos cuantos de ellos tienen un nivel de calidad, de profundidad y de ambición que hacen que se merezcan el beneficio de la duda.

El pasado viernes llegó a las tiendas finalmente Death Stranding, un videojuego con presupuesto de blockbuster pero ambición autoral desarrollado por Hideo Kojima, acaso el creador más icónico del sector del entretenimiento interactivo. Con cómplices de lujo como Mads Mikkelsen, Norman Reedus, Nicolas Winding Refn y Guillermo del Toro, el hombre detrás de la saga Metal Gear Solid ha creado una fascinante aventura postapocalíptica que es una experiencia cinematográfica en sí misma y ha sido descrita por Indiewire como “una secuela de Grand Theft Auto dirigida por Andrei Tarkovsky”. Todo ello ha servido para volver a poner encima de la mesa un eterno debate: ¿es el videojuego una forma de arte? Respondemos a esa pregunta con diez títulos que, al menos en nuestra opinión, merecen ser tomados tan en serio como la mayoría de creaciones audiovisuales, ya sean series o películas.

1 Okami

¿De qué va? Ambientado en el Japón clásico, el videojuego combinaba elementos de la mitología y el folclore nipón en una aventura al estilo de The Legend of Zelda sobre la diosa del sol, que adoptó la forma de un lobo blanco para salvar la tierra de la oscuridad.

¿Por qué es arte? Porque literalmente sus gráficos lo son. Los desarrolladores decidieron apostar por una estética cercana al sumi-e, un tipo de pintura con tinta. Esto se traducía en momentos de gloria: cuando los personajes ejecutaban movimientos especiales estos se reproducían como si de pinceladas se tratasen.

2 ICO

¿De qué va? Un niño nace en un pueblo con cuernos, lo que es considerado un mal presagio. Así que unos guerreros lo encierran en una fortaleza abandonada en la que se encuentra con la princesa del castillo, a la que la reina quiere sacrificar para extender su vida. Juntos, tienen que tratar de escapar del lugar y esquivar las criaturas de sombras que les persiguen.

¿Por qué es arte? Cuando se habla de que el videojuego debería ser considerado el octavo arte es por maravillas como esta. Ico fue un juego minimalista pero inmersivo con narración evocadora y un estilo de arte como nunca antes se había visto en el campo. Su director, Fumito Ueda, lo decía que el “mundo surrealista del pintor Giorgio de Chirico realzaba el mundo alegórico de Ico”.

3 Metal Gear Solid 2

¿De qué va? Resumiendo muy torpemente, el espía Solid Snake funda una ONG contraria a la tecnología Metal Gear y viaja por el mundo para destruir réplicas de estos robots para evitar una catástrofe nuclear. La acción arranca cuando se infiltra una lluviosa noche en un buque militar que navega por el Río Hudson.

¿Por qué es arte? Quizá la máxima expresión artística, la demostración definitiva de que detrás de un videojuego hay un creador, es la segunda entrega de este clásico del espionaje y la infiltración. La segunda entrega de la saga encumbró a Hideo Kojima y demostró que también puede existir algo como el videojuego de autor. Se adelantó a su tiempo, además, en muchos conceptos introducidos: las redes sociales, la post verdad, las fake news…

4 Gris

¿De qué va? Una de las mejores cosas que ha ocurrido en esta generación de vídeoconsolas es el que código de desarrollo se ha abierto a equipos independientes que han creado maravillas como esta atípica aventura sobre una mujer que, durante el juego, debe atravesar las distintas fases del duelo

¿Por qué es arte? Primero, porque la banda sonora, compuesta por el trío Berlinist, está sencillamente a otro nivel. Segundo, porque su diseño de arte es un prodigio al alcance de pocos. También porque su mécanica de juego es minimalista pero revolucionaria en sus formas de plataforma. Y, claro, porque es español.

5 Undertale

¿De qué va? Eres un niño que ha caído en el mundo subterráneo bajo la tierra separado por una barrera mágica. Para volver a la superficie te encontrás con un buen puñado de monstruos que podrían o no atacarte.

¿Por qué es arte? Esto no es tu típico juego de rol, y es que las decisiones que tomes a lo largo de su narración tendrán consecuencias directas en su desarrollo. Todo puede cambiar: desde el final, hasta las acciones de los personajes no jugables o la atmósfera del juego. Y, ojo, Undertale puede presumir de ser el único juego que puedes pasártelo sin matar a un solo amigo.

6 God of War

¿De qué va? La cuarta parte de esta icónica saga de hack and slash, es decir, un protagonista matando a diestro y siniestro legiones de criaturas, cambió su ambientación inspirada en la mitología griega para trasladarte a la nórdica en pleno reino de Midgard.

¿Por qué es arte? Un juego cuya hipotética adaptación cinematográfica bien podría estar dirigida por Michael Bay nunca podría ser considerado arte (no al menos según los estándares de Martin Scorsese), pero sí esta entrega, que además de adentrarnos en un universo de colores y escenarios fantásticos, lo hace con un plano secuencia de 20 horas de duración.

7 The Legend of Zelda: Breath of The Wild

¿De qué va? Como cualquier otra entrega de la saga, el videojuego arranca con el despertar del héroe, Link, después de un sueño de cien años. Tendrá que derrotar, como siempre, a Ganon antes de que termine con el reino de Hyrule.

¿Por qué es arte? La saga The Legend of Zelda está considerada como una de las mejores de la historia de los videojuegos, pero sin embargo nunca se ha caracterizado precisamente por introducir innovaciones en cada nueva entrega. Breath of the Wild, la última, sí lo hizo, al presentar un mundo abierto e inmersivo con un motor gráfico que permitía recorrer un escenario con una atención al detalle raramente vista en el sector.

8 This War of Mine

¿De qué va? Este juego de estrategia y supervivencia se ambienta en una ciudad ficticia polaca donde una serie de supervivientes de un país asolado por la guerra han creado un refugio. Pero, ojo, no eres un militar, sino un civil, y tienes que cooperar para supervivir hasta que se declare un alto al fuego.

¿Por qué es arte? Precisamente por eso, por darle la vuelta al género bélico en el mundillo gamer. ¿Por qué no iba a ser arte un videojuego inspirado en las paupérrimas condiciones de vida y en las atrocidades en tiempos de guerra que sufrieron los civiles durante el sitio de Sarajevo entre 1992 y 1996, el más largo de una ciudad desde la Segunda Guerra Mundial?

9 Myst

¿De qué va? Un explorador tiene la habilidad de escribir libros que sirven como puertas de acceso a otros mundo. Nosotros deberemos ayudarle viajando a esos mundos y resolviendo puzzles altamente complejos.

¿Por qué es arte? Esta aventura gráfica de rotundo culto, convertida posteriormente en saga, se inspiró en Verne, Tolkien, Lewis y otros gigantes de lo fantástico para plantear unos mundos de un estilo visual nunca antes visto. En 1993, ver un juego con ese nivel de detalle fue considerado exactamente como lo que fue: un prodigio técnico al alcance de pocos.

10 Silent Hill 2

¿De qué va? Un hombre llega al pueblo ficticio de Silent Hill después de haber recibido una carta aparentemente escrita por su esposa fallecida un tiempo atrás citándole en el lugar. Por el camino se encuentra a María, una mujer que se le parece y que le ayuda a encontrarla toda vez que descubre la verdad en torno a su muerte.

¿Por qué es arte? Si el género survival horror se ha caracterizado normalmente por tener mucho músculo y poco cerebro, esta saga proponía justo lo contrario. Inspirado abiertamente en el cine de David Lynch y con una profunda carga simbólica, su segunda entrega es sin duda la mejor, a nivel de narración, pocos videojuegos pueden rivalizar con él.

Con información de El Periódico

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