Aprende a comer mejor y mantén un peso saludable. Cuántas veces no lo hemos intentado: dietas estrictas, programas, modas, tendencias, y eventualmente las rompemos y caemos en el temible efecto rebote o simplemente somos incapaces de visualizarnos comiendo solamente lechuga y apio.
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Por ello, la clave en la dieta es convertirla no en una etapa ocasional y difícil, sino en un estilo de vida caracterizado por la toma de buenas decisiones alimentarias que lo hagan fácil, adaptable a cambios y sostenible.
Según el nutriólogo y entrenador, Juan Carlos Villeda, la clave es la moderación. Tienes permitido comer todo, pero en pequeñas porciones o solo un par de veces al mes.
Aunque al principio suena difícil, en realidad solo es un proceso, algo lento, para crear hábitos más saludables con base en buenas decisiones.
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Para empezar. debes reducir (o eliminar) el consumo de azúcar. Esto no solo te evitará enfermedades crónico degenerativas, como la diabetes, también te ayudará a bajar de peso y, lo mejor, casi sin darte cuenta.
Para empezar, retira de la alacena galletas, mermeladas yogures y el frasco de azúcar. Opta por opciones naturales como peras, sandías y plátanos, que saciarán tu antojo por lo dulce. Incluso puedes utilizar edulcorantes sin calorías, como Stevia.
Aunque al principio pueda parecer difícil, el paladar se va educando, si no ¿cómo aprendiste a degustar un buen vino? Al cabo de unos meses no extrañarás esta sustancia blanca y adictiva. Confía en nosotros. Luego de la depuración ya no se te hará agua la boca por la crema batida.
Aprende a comer mejor y mantén un peso saludable; consejos básicos
Reduce también el consumo de alimentos ultraprocesados y comida chatarra
Suena difícil pero también deberás eliminar los helados, cereales de caja y refrescos y jugos no naturales. En realidad todos estos productos solo aportan azúcar, grasa y sodio, nada saludable.
Si eres de las personas que no pueden vivir su tazón diario de cereal en el desayuno, te recomendamos sustituirlo por avena y fruta o amaranto y fruta.
Eso sí, puedes darte el gustito de una bola de helado una vez a la semana. Pero nada más.
Vigila tu consumo de carbohidratos
Aunque deben ser el pilar de una dieta saludable porque es el único grupo de alimentos que puede ser digerido sin dañar al cuerpo, solemos comerlos y mezclarlos sin moderación.
¿Cuántas veces sirves en un mismo plato arroz, frijol, papas y cinco tortillas? Tache. Se recomienda elegir uno como base, por ejemplo, el arroz, y solo consumir una tortilla, porque un mexicano no puede vivir sin ellas.
Que siempre haya verduras en tu plato
Las verduras no pueden faltar, nunca, grábatelo. No solo aportan fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes, también mejoran la digestión y previenen algunos tipos de cáncer.
Lo mejor es que algunas, lechuga, pepino, apio, champiñones, pimientos, berenjena, tomate, calabaza, caen en la categoría de calorías negativas, es decir, gastas más energía al digerirlas que las que te aportan en su consumo. ¿Suena cool no?
Dos frutas al día
También aportan fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes, favorecen la buena digestión y algunas nos mantienen hidratados por su alto contenido de agua.
Aunque son una buena fuente de carbohidratos, te alegrará saber que la sandía, la piña, la pera, el melón y los cítricos, también aportan calorías negativas. Yeiy.
Evita lo frito y empanizado
Debe ser tu mantra diario. Cuando un alimento se capea, empaniza y fríe, aumente su aporte calórico sin mejorar sus nutrientes. Evita consumir alitas dos veces a la semana, mejor hazlo solo una vez al mes.
Además, al sobrecalentar el aceite para freír se generan compuestos nocivos. Ni hablar de los aceites requemados de ciertos productos callejeros.
Consume grasas buenas
A diferencia de los fritos, de los que tienes que huir como la peste, alimentos como aguacate, almendras, nueces, aceite de oliva y ciertos tipos de pescado ayudan a mejorar la salud cardiovascular, regular las hormonas, mantener tu cabello al máximo y aportan energía.