CANCÚN.- Escaso mantenimiento por falta de recursos, obras urbanas sin conexión y olvidadas, apropiación indebida por el sector privado, diseño básico y descontextualizado, proyectos que no incentivan el respeto por áreas verdes, mobiliario urbano deficiente y falta de accesibilidad, son algunos de los problemas de los espacios públicos en Cancún, identificados por especialistas.
Lo anterior está detallado en el “Diagnóstico Mesa de Espacios Públicos en la Zona Metropolitana de Cancún”, estudio coordinado por el Colegio de Arquitectos, a petición de la Secretaría de Desarrollo Territorial Urbano y Sustentable (Sedetus).
El objetivo principal de la mesa de trabajo, que durante 2020 realizó los trabajos que concluyeron en la publicación del documento, al que este medio tuvo acceso, fue definir, con relación a la percepción ciudadana, cuál es el estatus de los espacios públicos y proponer estrategias viables a corto, mediano y largo plazo, que establezcan canales de participación ciudadana con la autoridad, para definir la visión de lo que requieren los proyectos en la zona metropolitana de Cancún e isla Mujeres.
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En las mesas de trabajo definieron los objetivos de investigación, para recabar y unificar la información de cada una de las secretarías y direcciones municipales que intervienen en el tema; diagnóstico, para analizar la información y tener una visión general de la problemática, así como la generación de propuestas para mitigar problemas.
Participaron las universidades del Caribe y La Salle, el Patronato de Parque Cancún, los colegios de Biólogos e Ingenieros Civiles, el Instituto de Planeación de Desarrollo Urbano de Benito Juárez, Desarrollo Urbano, Medio Ambiente y Ecología de Isla Mujeres, Secretaría de Ecología y Medio Ambiente de Benito Juárez, la Agencia de Proyectos Estratégicos de Quintana Roo y la Sedetus.
Hasta antes de este estudio no había un sistema unificado de información, consolidado a nivel municipal o estatal, de las características del espacio público del municipio y su zona metropolitana.
Se establece que el total de espacios públicos útiles de la zona urbana de Cancún comprende 459.35 hectáreas, que corresponden al 3.08 por ciento de la superficie consolidada; de ese total, 298.8 hectáreas tienen un uso de suelo de áreas verdes, mientras que 129.7 hectáreas son de recreación y 30.7 de espacios abiertos.
Otro dato interesante que muestran es la cantidad de espacios públicos útiles considerados en el Programa de Desarrollo Urbano vigente: mil 367 hectáreas, que se componen de sistemas de corredores verdes (306.6 ha.), recreación (123.2 ha.), espacios abiertos (36.1 ha.) y área verde (901 ha.)
En el estudio marcan los espacios públicos por distrito, revelando una marcada desigualdad. Los distritos 3, 7, 12 y 16, que están en la zona fundacional y por Puerto Cancún, cuentan con menos de 10 hectáreas de espacios públicos útiles.
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Incidíos de la ciudad
Previo a exponer la problemática actual, los autores hacen un recuento de los hitos fundacionales y de desarrollo de la ciudad.
Recuerdan que al inicio de la construcción de Cancún, los objetivos fueron abrir un camino de Puerto Juárez a la Isla, diseñar el plan maestro de desarrollo y construir una aeropista provisional.
Las pautas básicas de este plan maestro fueron tres: la construcción de una zona turística, sin áreas residenciales permanentes, bajo el concepto de corredor turístico; la construcción de una zona habitacional para los residentes permanentes. Es decir, una ciudad integral, en la parte norte de la reserva territorial, con áreas residenciales y comerciales, vialidades, edificios públicos, escuelas, hospitales y mercados; y la construcción de un aeropuerto internacional, a un costado del tramo carretero Cancún-Tulum en el macizo continental.
El diseño y trazo de la zona urbana respondió al concepto de “supermanzanas”, que arquitectónicamente es conocido como “diagrama del plato roto”: manzanas de
grandes dimensiones, separadas por grandes avenidas.
En aquel primer trazo urbano de Cancún, prosiguen, se contempló la vía principal de comunicación, que sería la avenida Tulum, sobre la cual se edificaría el Palacio Municipal.
Para 1974 los primeros hoteles de Cancún abrieron al público y también se inauguró el Aeropuerto Internacional, al tiempo que se creó el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).
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Crecimiento Exponencial
Desde finales de la década de los 80, resaltan, Cancún se convirtió en la ciudad con mayor dinamismo del país, poblacional y económicamente, al grado de contribuir con uno de los más altos porcentajes de divisas turísticas que ingresan a todo México.
A 50 años de su fundación, la población de Cancún rebasa los 800 mil habitantes.
“El aumento demográfico de este destino turístico se ha visto imparable en los últimos 25 años, al multiplicarse casi 20 veces la población de Benito Juárez”, apuntan.
Por todo lo anterior, afirman, urge un trabajo coadyuvante entre las autoridades y cuerpos colegiados, a fin de trazar el rumbo de la planeación de Cancún y su zona metropolitana de manera integral y con visión de un desarrollo que atienda las necesidades de los ciudadanos.
“Los espacios públicos bien diseñados y administrados son un activo fundamental para una ciudad y tienen un impacto positivo en su economía. Por esta razón, la inversión en estos espacios contribuye a mejorar la salud y el bienestar de sus habitantes, reduce el impacto del cambio climático, anima a las personas a caminar o usar la bicicleta, aumenta la seguridad y disminuye el temor a la delincuencia”, recalcan.
Entre las mejoras referidas por el Colegio destacan aceras más anchas, un mejor alumbrado público, menor distancia entre las luminarias, áreas arborizadas y más áreas con sombra. En virtud de lo anterior, las longitudes amigables con el peatón, la mezcla de usos y el nivel del suelo, son detalles que animan a la gente a desplazarse a pie.
Análisis del problema
Los autores exponen el problema del espacio público de Cancún en tres dimensiones, desde la visión y quehacer del gobierno, de la ciudad como tal y del habitante.
En cuanto a lo concerniente al gobierno, exponen que éste plantea proyectos no vinculados a una red de espacios públicos que carecen de conectividad y, una vez inaugurados, quedan en el olvido.
En cuanto a la dimensión físico-espacial, mencionan que no existen programas gubernamentales de mantenimiento para todos los espacios públicos, lo cual genera una imagen deteriorada o estos no cuentan con los recursos necesarios para tener una imagen apropiada.
Respecto a lo social, afirman que se ha permitido que la iniciativa privada se apropie de los espacios para generar áreas de estacionamientos. No existen, hacen notar, programas culturales que incentiven el uso de los espacios para integrar una identidad y hay una desintegración de espacios públicos del patrimonio de la ciudad.
Los especialistas critican que los proyectos presentan un nivel básico de diseño, relacionado con elementos base, sin atacar los giros y destinos de cada espacio ni la adaptación al contexto.
Otra dimensión es que falta mantenimiento de zonas verdes. En este mismo sentido, señalan, se presentan proyectos que no incentivan el respeto por las áreas de vegetación existente.
Hay, también, falta de legislación del uso y destino de los espacios públicos, además de las normas de diseño a detalle para impulsar la accesibilidad universal.
Por último, señalan la falta de los medios de participación ciudadana adecuados para ciudadanizar los proyectos.
Ahora bien, en cuanto al enfoque de la ciudad, comentan que no hay una red de conectividad de los espacios públicos en la ciudad, por lo que no hay una accesibilidad a estos.
Además, no hay un diseño adecuado que promueva la integración de su función con la imagen de lo que debe proyectar hoy la ciudad.
El mobiliario, prosiguen, es deficiente, con paleta de colores inadecuada y falta de accesibilidad universal.
Faltan pulmones verdes
“Estudios sugieren que una ciudad sin áreas verdes suficientes y distribuidas equitativamente, pone en riesgo la sostenibilidad urbana, reduce su capacidad para capturar emisiones contaminantes del aire y cuenta con entornos urbanos de mala calidad”, advierten.
También señalan que no se toman en cuenta los proyectos derivados de concursos o propuestas ciudadanas.
No se propicia la adopción de los frentes de negocios para el cuidado y sentido de pertenencia del espacio público.
Por último, desde la perspectiva del habitante, se menciona que hay una gran falta de identidad y sentido de pertenencia, debido a la falta de seguridad, mantenimiento y
funcionamiento de los espacios públicos.
Hay, enfatizan, una falta de imagen apropiada; promueven una imagen negativa que no invita al usuario a interactuar con éstos.
Asimismo, señalan una gran falta de generación de microclimas para propiciar el espacio exterior confortable.
“Para poder trabajar con una nueva visión del espacio público, es necesario conocer el universo de los parques, áreas verdes y espacios deportivos, es decir ¿Cuántos hay? ¿Dónde se encuentran? ¿Cómo son?; es necesario responder a estas interrogantes para tener un marco de actuación definido y claro”, señalan.
Por ello es necesario caracterizar tales espacios para hacer un diagnóstico de cuántos de ellos son espacios verdes, cuántos son parques o espacios deportivos.
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METAS PROPUESTAS
Los autores del “Diagnóstico Mesa de Espacios Públicos en la Zona Metropolitana de Cancún”, consideran los siguientes aspectos:
* Mejorar el acceso a la información a través de plataformas en línea, en donde cada dependencia relacionada al espacio público pueda estructurar una base de datos integral, con el fin de contar con una base única y certera.
* Se debe organizar a las dependencias involucradas, para fortalecer las capacidades técnicas municipales a través de nuevos canales de comunicación.
* Fortalecer las capacidades técnicas y jurídicas; desarrollar lineamientos técnicos de diseño y gestión de los espacios públicos para alcanzar una visión de ciudad con los espacios públicos como herramienta de medición de la calidad.
* Involucrar a la ciudadanía en los diversos proyectos y tomar en cuenta sus propuestas.