Quintana Roo es uno de los estados a nivel nacional que registra un aumento poblacional de 53 mil personas al año; sin embargo, hasta la fecha no cuenta con un centro psiquiátrico .
Las únicas opciones públicas que brindan esta atención son los hospitales generales de Cancún y Playa del Carmen, por lo que no se dan abasto para cubrir la demanda, además de que no hay suficientes especialistas.
Las consultas privadas y medicinas para atender cualquier tipo de trastorno mental son muy costosos, pues no solo se trata de realizar una investigación de las causas, sino que los pacientes tienen que realizarse diversos estudios.
Se requieren exámenes cerebrales, verificar qué tipo de fármaco requiere, además de que si son casos muy extremos tienen que ser internados y los sitios más cercanos son los hospitales psiquiátricos de Mérida y Campeche.
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María Isabel Kutty Saenger, integrante de la Asociación Quintanarroense de Psiquiatría, recalcó que desde hace años a través de instituciones y gobiernos han gestionado la creación de una unidad especializada en el estado.
Se busca un espacio como el centro de San Juan de Dios, de Guadalajara y Caritas, pero no se ha concretado ni un proyecto, “solo se tiene un consultorio en la Región 121, pero es a nivel consulta”, indicó.
Dijo que debido a que los tratamientos son excesivos y costosos, a través de algunos laboratorios reciben muestras de medicinas, las cuales proporcionan a los pacientes, como una forma de apoyo.
Sin embargo, solo lo ofrecen a personas comprometidas con su atención; asimismo, aclaró que aquellos que tienen que ser trasladados de urgencias a otros estados ya no se les puede dar seguimiento.
ORIGEN DE LOS TRASTORNOS
La especialista comentó que los trastornos mentales pueden ser provocados por herencia (gestación) o por el entorno en el que se encuentra el ser humano y que hay diversos tipos de padecimientos mentales.
“Está la depresión, ansiedad, esquizofrenia y farmacodependencia, éste último no solo se enfoca en el consumo excesivo de medicinas, sino en sustancias nocivas, como marihuana y cocaína, entre otras”, precisó.
Expuso que el cerebro es un órgano y por tanto siempre necesita estimulación para estar sano, realizando ejercicio, dormir lo suficiente y comer bien, pero cuando no hacemos nada para activarlo, se enferma.
En este sentido, explicó como ejemplo que una persona esquizofrénica tiene conductas temerarias al exponer su vida, sexualidad y a los demás, “pues ya hay un desbalance de químicos cerebrales, en los neurotransmisores”.
En cuanto a los que dependen de los fármacos o drogas, comentó que primero tienen que acudir a centros de desintoxicación de los cuales hay algunos en la ciudad, pero no están regulados.
Sobre estas clínicas o centros, comentó que su tratamiento solo se basa en la desintoxicación y no ofrecen la atención psiquiátrica, cuando debe ser un proceso integral, porque el paciente debe tener reforzadas ambas áreas.
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SECUELAS DEL ABUSO DE TECNOLOGÍAS
Comentó que nivel de estudios científicos el cerebro humano llega a madurar hasta los 30 años, pero actualmente y con la entrada de las tecnologías, sumando el confinamiento, las nuevas generaciones tendrán secuelas.
Y es que la mayor parte de su vida y crecimiento los niños y jóvenes solo están enfocados al uso de celulares o videojuegos en línea, así que el único sentido que aplican es la visión.
De esta forma sus sentidos como el gusto, tacto, olor dejan de ejercitarse, lo cual también se complica por la falta de socialización, que también es un factor muy importante del sano desarrollo humano.
“Solo crecen el área del placer momentáneo, no activan todos sus sentidos y cuando no tienen a su alcance los aparatos tecnológicos empieza un descontrol de sus emociones, como gritos y llanto excesivo, por lo que definitivamente está creciendo una nueva generación con problemas de salud mental”, sostuvo.
URGEN POLÍTICAS DE SALUD MENTAL
Manifestó que antes de detectar que un caso es o fue transmitido por herencia, se analiza la historia familiar, como los patrones, padecimientos genéticos, que incluso pueden generarse durante o después de una concepción.
“Es por esto que nacen niños con alguna limitación de aprendizaje, pero se puede subsanar”, aunque aclaró que no a todos les afecta en la misma medida, pues se ha demostrado que a pesar de que un menor haya crecido en un ambiente violento, buscará la forma de salir adelante y tener ayuda.
Es urgente, dijo, crear políticas de salud mental, porque se puede ver en la ciudad a muchas personas que ya perdieron la cordura y que vagan en las calles, por lo que es necesario crear programas que atiendan este problema.
Aplicar una educación en todos los niveles de aprendizaje, como una forma de protección, pues a nivel consultorio 80% de los pacientes que han buscado ayuda tienen una crisis de ansiedad, después sigue la esquizofrenia y bipolaridad.
AGUDIZA PANDEMIA TRASTORNOS MENTALES
Por su parte, Ignacio Romero Villa, presidente de la Asociación Quintanarroense de Psiquiatría, indicó que hasta hace dos años, la salud mental no era prioritaria para las instituciones, pero con la pandemia se agudizaron los trastornos.
“Se pudo ver en el personal médico, las largas jornadas de trabajo provocaron un agotamiento mental, físico y por ende emocional”, además que debido al número de contagiados por Covid-19 provocó que las consultas y citas del área psicológica y psiquiátrica se cerrarán y cancelarán.
Las características y detección de cualquier trastorno son diferentes, pues en un niño se puede presentar a través del TDA (Trastorno por déficit de atención con hiperactividad), que afecta en su funcionamiento social, explicó.
En cuanto a los jóvenes, mayormente lo manifiestan con autolesionarse; mientras que en los adultos, la desmotivación por distintos factores: desempleo, pérdida de un familiar o separación.
Adicionalmente, compartió que otro sector que también no ha sido atendido con mayor énfasis son los reclusos, pues en los centros penitenciarios también se tienen personas con serios padecimientos cerebrales.
“Lo único que se les brinda son servicios por medio de las secretarías de salud”, señaló.
MITÓMANOS
En otra clasificación, compartió que los mitómanos (as), personas que mienten siempre, se trata de un síntoma de trastorno de personalidad, por lo que también está dentro de la atención.
Al respecto, hasta el momento no se tiene un verdadero origen o las causas que lo provoca; sin embargo, puede vincularse en que durante la niñez del adulto le enseñaron a mentir o en su seno familiar era habitual hacerlo.
En los casos como el anterior, el niño aprende que con mentir iba a tener ganancias secundarias, es decir, aceptación o lograr lo propuesto, e incluso ni eso, señaló el especialista.
Expuso que las personas mitómanas no tienen un control de sus emociones y son muy impulsivas, crean escenarios falsos, “se puede disminuir con ayuda profesional, pero ya es su estilo de vida”.