El avión presidencial fue sacado ayer a dar una vuelta por el golfo de México. La aeronave al Boeing 787-8 Dreamliner despegó del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, llegó a la península de Yucatán y regresó a la terminal tras un viaje de dos horas 44 minutos.
La última vez que fue vista en el aire fue en agosto de 2020, cuando regresó de Estados Unidos a México tras haber estado estacionado por más de un año.
El avión está valuado actualmente en 130 millones de dólares. Cuando fue adquirido por el gobierno de Felipe Calderón en 2012 su costo era de 218 millones de dólares, pero la administración de López Obrador ha intentado vender el TP-01.
Aunque la aeronave no ha sido vendida, la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) contrató a la empresa Global Jet Mónaco para que promueva la promoción y enajenación del avión presidencial.
El contrato otorgado en agosto pasado es por 16 semanas, pero puede extenderse hasta marzo del próximo año.
En su página de internet destaca que el Boeing 787-8 fue fabricado en 2010, sus mil 7 41 horas de vuelo, 881 ciclos y la capacidad para 80 pasajeros.
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Aunque el ex avión presidencial es ofertado sin los emblemas oficiales del Estado Mayor Presidencial ni de la Fuerza Aérea Mexicana o la bandera de México, aunque mantiene las rayas verdes y rojas en ambos lados.
La empresa que lo promociona destaca que tiene 20 años de experiencia y su compromiso con el lujo y la excelencia, el cual es conocido en todo el mundo de la aviación privada. También destaca que entre sus clientes hay instituciones financieras, corporaciones internacionales, compradores y empresarios privados y gobiernos.
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