Diversas circunstancias hacen que nuestra relación con el dinero sea distante. Desde la parte cultural hasta la poca educación financiera que recibimos.
Aunque ahorrar es una opción segura el rendimiento nulo, es decir, no existe la opción de perder ese dinero, pero tampoco de ganar más. Además de estancarse, corre el riesgo de, con el tiempo, perder valor por factores como la inflación.
Lo principal, recomendó, sin importar los ingresos es controlar los gastos: “Por un mes escribe todos los gastos que haces, por más mínimo que sea, para que seas consciente de cuánto estás gastando”.
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Una vez que conoces tus gastos y la cantidad que destinarás para invertir, puedes acudir con un asesor, quien te ayudará a conocer tu perfil de inversionista:
Tu perfil se obtiene tomando en cuenta tu edad, esto “ayuda a conocer las necesidades y qué tanto puedes disponer de tus ingresos”; tus dependientes económicos si es que los posees, la aversión al riesgo, que se relaciona con los otros dos puntos, “con base en eso podemos conocer si eres un inversionista agresivo o conservador”; y finalmente, el capital con el que cuentas para saber en qué puedes invertir.
Puedes comenzar con acciones de empresas listadas en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), “hay unas que son muy baratas, no tienes que tener cientos de millones de pesos”.
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Invierte en acciones de empresas que tienden a ser permanentes, aquellas que cubren necesidades continuas, explicó el experto.
Diversifica. Sin importar el estatus o el perfil, evita depender de una misma fuente de ingresos. Explicó que durante la pandemia muchas personas que dependían de un solo sector tuvieron pérdidas, porque muchos sectores se paralizaron.
Lo importante, destacó, es darle el valor que tiene nuestro ingreso, entender que el dinero no es algo malo y hablar de él.