La habilidad de hacer y deshacer, así como la capacidad de Pablo Picasso de reinventarse como artista, fue la gran pauta que le heredó este maestro al arte y a la historia misma, asegura la experta Odette Paz.
Este 8 de abril se conmemora el 50 aniversario luctuoso de quien en vida respondía al nombre de Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno María de los Remedios Cipriano de la Santísima Trinidad Ruiz y Picasso.
“A cinco décadas de su muerte Pablo Picasso sigue siendo uno de los artistas más importantes a nivel mundial porque fue un precursor, fue un talentoso que dominó el arte figurativo; a los 8 años ya pintaba bastante bien y a los 15 ya tenía su propio taller.
“El siguió estudiando, lo que le permitió en 91 años de vida, desarrollar distintos estilos mientras transitó por varias épocas como la rosada, la azul, incluso la negra donde él empezó a trabajar influencia del arte africano”, dijo en entrevista con 24 HORAS, Odette Paz, directora de la Galería Casa Milan.
Todo esto lo llevó a su mayor aportación al mundo que fue el cubismo. En 1907 pintó Las señoritas de Avignon, una pintura que se volvió muy importante para el mundo del arte ya que en ella, Picasso cambió muchos parámetros de la pintura moderna occidental.
“Él presenta a un grupo de bañistas, algunas con máscaras africanas y otras con rostros que parecían desdibujados, donde planteaba lo que sería el inicio del cubismo. En un solo plano, veíamos distintas perspectivas simultáneas del rostro de la persona representada”, añadió la experta en arte moderno.
La experta en arte moderno sostiene que Picasso si bien vivió una vida muy larga, estuvo en el momento y el lugar idóneo para desarrollar su talento. Su padre era restaurador y maestro de pintura, con quien empieza a tomar clases.
De esa etapa temprana se pueden ver cuadros como La primera comunión con una técnica “excepcional” donde desarrolla el realismo con temas cotidianos retratando lo que veía; le gustaba mucho ir con su papá a las corridas de toros, hacía autorretratos y escenas de su contexto en España.
“Tenía este talento nato pero también se preocupó por estudiar, pero también iba muchísimo a museos y como era un gran observador así como un hombre analítico, así que este background nos da una idea de todo lo que pudo hacer y deshacer a lo largo de su vida”, según Odette.
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Además, destacó que Pablo Picasso no solo fue pintor, sino que hizo dibujo, grabado, obra gráfica, cerámica. “Para mí lo importante de su obra fue su habilidad de hacer y deshacer, donde el tema es un mero pretexto; incluso hay obras con fuerte influencia política como el Guernica, pero siempre hay esa capacidad de él como artista de reinventarse, que fue un gran pauta que dio para el mundo del arte y la historia”, finalizó Odette Paz.
“Rodeado de su familia, de amigos, de sus pinceles y de sus lápices, Pablo Picasso se mantuvo al margen del ritmo agresivo de este fin de siglo (…) Se levantaba tarde, dormía poco durante la noche y trabajaba mucho. Siguió pintando hasta poco antes de su muerte. Raramente abandonaba su hogar, le gustaba que vinieran a verle”.
Así los describió Henri Diacono, ex reportero de la agencia de noticias francesa y amigo de Picasso al día siguiente de la muerte del maestro del arte contemporáneo. Cualquier visita le llenaba de alegría pero sólo las aceptaba si estaba “listo para recibirlos”.
“¿De qué sirve acoger a los que amo si tengo demasiado trabajo o estoy de mal humor? Prefiero no verlos, y abrir mis puertas solo cuando estoy feliz, con buena salud y disponible”, decía Picasso.
Con información de 24 Horas Nacional
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