El presidente Andrés Manuel López Obrador incumplirá dos promesas de campaña de carácter social: ni rescatará los cuerpos de los mineros muertos en Pasta de Conchos ni entregará a los familiares a los 43 normalistas desaparecidos en Ayotzinapa.
Con ambas desgracias, el hoy Presidente lucró políticamente durante su campaña.
Acusó a los gobiernos de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto (hasta antes de que fuera “el licenciado Peña’’), de insensibles e ineficientes.
A punto de terminar su mandato, el Presidente sabe que no cumplirá esas promesas (entre otras muchas), simplemente porque es imposible.
El 19 de febrero del 2006, 65 mineros quedaron atrapados en la mina Pasta de Conchos, en Nueva Rosita, Coahuila, a causa de una explosión provocada por la acumulación de gas.
Desde ese momento se trabajó para llegar hasta los cuerpos, pero fue imposible.
Nueve meses después el Gobierno federal determinó que no había forma de rescate.
López Obrador se comprometió con los familiares de los mineros, en campaña a rescatar esos cuerpos; lo volvió a hacer ya siendo Presidente.
Para ello se conformó una comisión encabezada por la CFE, cuyos ingenieros serían los responsables de elaborar el plan y lograr el rescate.
Pero a los pocos meses, el Gobierno federal trató de negociar con los familiares: a cambio de terminar la inútil y multimillonaria búsqueda, se le ofreció a cada familia un monto no revelado y la construcción de un mausoleo en lo que fue la mina.
No se sabe cuántos aceptaron la oferta, pero el hecho es que no se podrán rescatar esos cuerpos, lamentablemente.
Y sobre Ayotzinapa, poco hay que agregar.
El Presidente dijo a los familiares de los desaparecidos que “antes de que se termine su administración’’ les entregará un informe con “la verdad de lo sucedido’’.
Ya cómo para qué.
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El tercer lugar que obtuvo Gerardo Fernández Noroña para el PT en la llamada “encuesta madre’’ de Morena (que no es lo mismo que madre de encuesta), incrementa el costo político de la sociedad entre ambos partidos.
En términos llanos, el PT se revaluó con ese tercer lugar.
Ahora el PT podría aprovechar ese logro impulsando la candidatura a la gubernatura de Morelos, de la diputada local Tania Valentina Rodríguez, ampliamente reconocida por morenistas y sus propios compañeros de partido.
Rodríguez fue la encargada de organizar las “asambleas’’ de Fernández Noroña, que fueron las más concurridas en el país, y tiene el reconocimiento de la propia Sheinbaum y del dueño del PT, Alberto Anaya.
Como diría Shakira, al PT le llegó la hora de facturar.
¿Podrá?
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El presidente Andrés Manuel López Obrador sigue haciendo de sus fobias personales una forma de gobierno.
Primero dijo que no invitaría a las ceremonias conmemorativas del inicio de la independencia a la presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña, “porque no tenemos buena relación, es público’’.
Y ahora decidió no acudir a la Cumbre Asia-Pacífico que se realizará en San Francisco, California, “porque no tenemos relación con Perú’’.
El caso es que este sexenio México ha perdido todas las oportunidades de promoción y capitalización al ausentarse de todos los foros mundiales a los que asisten los presidentes de las naciones más desarrolladas.
No es lo mismo que asista un representante a que acuda el jefe del Ejecutivo del país.
Pero bueno, es como no querer ir a la fiesta de la familia porque también estará la prima que nos sacó la lengua.
Con información de: 24 Horas Nacional
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