La Auditoría Superior de la Federación reveló serias deficiencias en la infraestructura de la vía férrea del Tren Maya y detectó pagos indebidos por un total de 256 millones de pesos.
Este monto, según la Auditoría, fue usado para adquirir predios y liberar derechos de vía, sin contar con los avalúos correspondientes.
Según informes presentados el pasado 20 de febrero ante la Cámara de Diputados, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) realizó la compra de un predio de más de 295 mil metros cuadrados que no será utilizado en el proyecto, como fue reportado por el Diario El Universal.
Además, se han identificado fallos en la planificación del Tramo 4 del Tren Maya, que abarca desde Izamal hasta Cancún, donde se realizaron pagos por trabajos innecesarios en la construcción de estructuras y la plataforma de la vía, así como en la modernización de la autopista Mérida-Cancún antes de que se modificara el trazado hacia Cancún.
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Tren Maya gasta en vestigios inexistentes
Resalta también el gasto de 18,265,000 pesos destinados a la protección y tratamiento de ruinas y vestigios arqueológicos en cinco de los 159.8 kilómetros del Tramo 3, que va de Calkiní a Uxmal.
Pero no existen tales vestigios en el área, según consta en minutas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Fonatur.
Entre las irregularidades detectadas se incluye un anticipo de 200 millones de pesos otorgado por Fonatur a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), sin la emisión de una factura correspondiente.
Además, se ha evidenciado que la CFE subcontrató el 82% de los servicios relacionados.
Estas revelaciones ponen en tela de juicio la gestión y el manejo de recursos en el proyecto del Tren Maya.