Ayer (1 de abril) debió retomarse en Cancún el operativo de alcoholímetro, según lo anunciado por el departamento de Urgencias Epidemiológicas y Desastres de la Secretaría de Salud (Sesa), pero no fue así.
“Aún estamos trabajando en las reformas del reglamento, hubo unas modificaciones a la Ley y lo estamos alineando con nuestro reglamento”, dijo Ezequiel Segovia Góngora, director de Tránsito en Benito Juárez.
Explicó que, en lugar del alcoholímetro, los conductores detectados con aliento alcohólico son trasladados al servicio médico, en las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y Tránsito (SSC) para aplicarles la prueba de alcoholimetría y descartar el grado de intoxicación etílica.
Aclaró que estos casos se detectan al marcar el alto a los conductores por alguna falta administrativa.
Segovia Góngora explicó que en un operativo de alcoholímetro participa personal de Tránsito, de la Policía Ciudadana, un Juez Cívico, su secretario, un médico legista y personal de grúas.
Prueba de alcoholímetro
Según la normativa, cuando el chofer sopla en el aparato lector de prueba de alcoholemia, su grado de embriaguez no debe exceder los 40 miligramos de etanol por cada 100 mililitros de sangre.
Esta cantidad es equivalente a la ingesta de dos copas de vino.
Tan solo en la finalizada Semana Santa fueron certificadas médicamente 15 personas que tuvieron resultado positivo por conducir bajo los influjos del alcohol, de acuerdo con datos de Comunicación Social de la dirección de Tránsito benitojuarense.
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Infracciones
Una vez comprobado, el juez cívico es quien determina la rigurosidad de la sanción al conductor, que puede ser de 20 a 36 horas en “El Torito”, así como la multa correspondiente.
Cuando un ciudadano es sancionado, su automóvil es trasladado al corralón, independientemente de que el conductor vaya acompañado de otra persona.
El costo de arrastre es tema de las empresas dedicadas a estas acciones.
La tarifa por arrastre, abanderamiento y custodia de grúa es de 17.17 Unidades de Medida y Actualización (UMA).
Por salvamento y/o maniobras, el rango de tarifas es de 5.72 a 22.90 UMA, mientras que por día de estancia en el corralón se cobra 0.57 UMA.
Es decir, que el costo porque el vehículo sea llevado al corralón sería de alrededor de 41.74 UMA (4,531.7 pesos, tomando en cuenta que cada UMA equivale a 108.57 pesos).
Pero a eso hay que sumarle que, de acuerdo con el Reglamento de Tránsito estatal, con el fin de mejorar la seguridad en la vía pública la infracción por conducir bajo los influjos del alcohol, estupefaciente (incluso por prescripción médica autorizada), va de 15 a 25 salarios mínimos vigentes; es decir, de 3,733.95 a 6,223.25 pesos.
Por lo que en total, el máximo que debe pagar un conductor por manejar en estado de ebriedad sería de 10,754.96 pesos.
Corrupción
Sin embargo, en Cancún hay agentes de Tránsito que aplican las pruebas lectoras de alcohol y presionan a los automovilistas para no llevarlos a la dirección de Tránsito.
Según testimonios de conductores, les aseguran que los trasladarán al Centro de Sanciones Administrativas y de Integración Social si no les dan “mordidas” por hasta 8 mil pesos.
Al respecto, el funcionario aseguró que, en caso de que un agente sea denunciado o detectado en un caso de corrupción, se canaliza de inmediato a la Dirección de asuntos internos para dar el seguimiento correspondiente y sancionarlo como establece la ley.
Una de las medidas que analiza el Ayuntamiento de Benito Juárez, una vez que se instalen los operativos de manera oficial, es colocar cámaras en los retenes para que no haya irregularidades ni corrupción.