Con el reciente hallazgo de un fósil humano de más de 8 mil años de antigüedad en Tulum, Quintana Roo se reafirma como un territorio lleno de las evidencias paleontológicas más importantes de América Latina, de acuerdo con Octavio del Rio, buzo explorador, quien ha descubierto la mayoría de los registros que ahora se cuentan.
Suma en su haber 12 fósiles humanos, varios hallazgos de megafauna, cráneos mayas y hogueras prehispánicas que dan cuenta de vidas pasadas que explican nuestra historia.
Hace miles de años, en Aktun Ha, Tulum, entre los acantilados altos y escarpados, en lo profundo de las cámaras y cavernas secas que proliferaban, hacían su vida los humanos. En estos sitios se resguardaban de amenazas climáticas o de depredadores y también realizaban ritos, explica Del Río.
En una de estas cuevas, frente a una roca peculiar de forma triangular de dos metros de alto, el explorador halló 14 hogueras prehistóricas. Antes, el nivel del mar era muy menor y por eso estas cuevas servían como refugios. Hoy están inundadas.
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Es Quintana Roo albergue de vestigios de vida antigua
Estas hogueras son, destaca, el primer hallazgo del tipo en un contexto subacuático de manejo del fuego en América.
El especialista especula que pudieron ser creadas por cazadores que se calentaban frente a unas llamas que alumbran el rededor.
Fue en 1998 cuando Del Río realizó las primeras exploraciones científicas en los ahora cenotes del estado y con ello inauguró el Proyecto Catálogo Arqueológico de Cenotes y Cuevas de Quintana Roo.
Al hallazgo de las hogueras le siguió otro, en conjunto con el fotógrafo subacuático Eugenio Acevez en el 2000: los restos de un homo sapiens sumergido en el cenote Naharon, en Tulum. Un año después emprendieron otro viaje, ahora de rescate. Los resultados de laboratorio arrojaron que aquellos huesos pertenecieron a una mujer de hace 13 mil 700 años. Son los vestigios humanos descubiertos más antiguos de América.
A Naharon le siguieron otros 11 descubrimientos de fósiles, el más reciente a principios de septiembre, aunque aún faltan estudios para conocer más de aquellos huesos.
También ha dado con restos de gonfoterio, un tapir gigante y 122 cráneos mayas, que son más de los hallados en Chichen Itzá.
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