Dura la cosa
El gobernador tomó al toro por los cuernos e impuso una serie de medidas que ayudarán a contrarrestar el incremento de los casos de coronavirus en Quintana Roo. Dijo que se observó una tendencia de crecimiento peligrosa. Y es que regresar al rojo en el semáforo epidemiológico no le conviene a nadie, porque eso significa: más enfermos y fallecimientos. Aunado a esto, la economía se iría a pique. Habría más desempleo, despidos y la población sufriría sobremanera. ¿Será?
Responsables
Y mientras la pandemia acapara los titulares y en segundo lugar de interés ciudadano están las elecciones, la selva quintanarroense se sigue quemando. Según el conteo ya son casi mil hectáreas siniestradas en lo que va de la temporada. Lo lamentable es que la causa en la mayoría de los incendios es humana. Por quemas no permitidas o por fogatas de vacacionistas o por colillas encendidas que se aventaron por las ventanillas de los viajeros. Los humanos, siempre los seres humanos. ¿Será?
Aguas con el saqueo
El saqueo ya es robo agravado. Quien lo haga, fomente o convoque puede ser acusado de este delito. Eso es algo que se necesitaba en Quintana Roo, porque han ocurrido un sinnúmero de ocasiones y no ha pasado nada. Ahora los delincuentes que lo cometan pueden alcanzar hasta 6 años de prisión, además del pago de multas. Esto quedó aprobado ayer en el Congreso del Estado. ¿Será?
Una buena
No todas son malas noticias. El tema del sargazo es preocupante siempre, pero disminuyó y eso no deja de ser bueno. Al menos significa un respiro dentro de todo lo que ocurre a nuestro alrededor. Y es que el incremento en el caso de coronavirus, la amenaza del regreso del semáforo rojo, la poca liquidez económica y el incremento de los productos de primera necesidad nos tienen estresados. Al menos tenemos playas con menos sargazo en Quintana Roo y eso es bueno para que vengan los turistas con sus dolaruchos. ¿Será?