El último episodio de la icónica serie japonesa de videojuegos Final Fantasy se puso a la venta este jueves, un momento muy esperado por los fans de sus gráficos espectaculares y sus tramas complejas y que podría impulsar las ventas de PlayStation 5.

Final Fantasy XVI, la última entrega de una de las franquicias de videojuegos más conocidas del mundo, con más de 173 millones de copias vendidas en total según su editor Square Enix, está disponible sólo en la consola de Sony.

En Tokio, Naoto Nishimori, de 37 años, que vino a comprar un ejemplar antes de ir a trabajar, explica que ha jugado todos los títulos de la serie.

Se alegró cuando supo que el productor Naoki Yoshida, famoso por haber dado nueva vida a Final Fantasy XIV, había sido elegido para producir el nuevo juego, con una atmósfera más oscura y adulta, inspirada en la serie “Game of Thrones”

“Cuando lo vi mis esperanzas aumentaron, he estado esperando con ansias el nuevo juego”, dijo en entrevista..

Yuan, un estudiante de 21 años que no quiso dar su apellido, dijo que su atmósfera oscura lo hace “particularmente atractivo”.

En Seúl, los fans también acudieron a comprar el juego, como Jo Young-min, de 23 años, que espera que sea un éxito porque “la cultura japonesa es muy popular, y también porque Final Fantasy ya tiene una base de fans entusiasta”.

El juego vio la luz en 1987 y es una institución del RPG (juego de rol) japonés, con 16 episodios principales numerados pero también docenas de otros títulos en varios géneros.

Originalmente se lanzó en la primera consola de Nintendo, pero sus desarrolladores migraron diez años después a la PlayStation, cuyos soportes en CD ofrecían una mayor capacidad de almacenamiento que los cartuchos de Nintendo, al mismo tiempo que permitían a la franquicia atraer a una nueva audiencia.

Los juegos de Final Fantasy son famosos por su constante renovación, evolucionando a lo largo de las décadas desde batallas por turnos en 2D hasta los enfrentamientos en tiempo real.

La consola del gigante japonés se lanzó en noviembre de 2020, pero su producción se vio afectada por la escasez de semiconductores y las interrupciones de la cadena de suministro relacionadas con covid-19.