Ambientalista observa la perforación de una cueva por obras del Tren Maya.
Ambientalista observa la perforación de una cueva en el Tramo 5 sur del Tren Maya. Credit: Sélvame del Tren

Luego de al menos 10 denuncias y quejas ingresadas a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) por el grupo ambientalista Sélvame del Tren, por daños ecológicos provocados por la construcción del Tren Maya en el Tramo 5 sur, la dependencia federal sólo les ha enviado respuesta de la recepción de documentación.

Así lo dio a conocer José Urbina Bravo, miembro de la agrupación, quien precisó que las denuncias han sido por el derrame de concreto en el acuífero maya en el tramo que correrá de Playa del Carmen a Tulum.

El buzo y espeleólogo añadió que Sélvame del Tren ha hecho denuncias tanto con documentos como con videos, fotografías y hasta descripción del daño.

Sin embargo, aseguró que hasta el momento no han obtenido respuesta de la dependencia encargada de la preservación.

“En un principio sacamos muestras para evidencias, pero en realidad después fue tan evidente que ni falta hacía, sólo levantamos la denuncia ante la Profepa”.

“Desde febrero pasado hay cuatro (denuncias) en vigor, para que atendiera el problema de los daños y sólo me contestan el acuse de recibo y que van a ir a verificar”.

“Están las denuncias y al gobierno no le ha importado, todo está documentado y no se respeta”, argumentó.

Suspensión a obras del Tren

En ese sentido, recordó que no todas las autoridades federales han hecho caso omiso a sus denuncias.

Ese es el caso de Adrián Fernando Novelo Pérez, Juez Primero de Distrito, con sede en Yucatán, quien otorgó la suspensión de la obra en el tramo 5 sur.

Su nombre aparece en la investigación contra el exministro Arturo Zaldívar, por presuntamente ejercer presión a través de sus colaboradores contra jueces que concedieron suspensiones contra el Tren Maya, el aeropuerto de Santa Lucía, la Ley de Hidrocarburos y la Ley de la Industria Eléctrica.

Juez amenazado

“Me quedé sorprendido con el dictamen y lo aplaudí; aunque la Ley era muy clara, pero hubo un momento de cambio de actitud del juez”, dijo Urbina Bravo.

“Dejó de atender a la Ley y parecía tener un interés que no coincidía con la línea anterior; asumimos que nos estaba faltando algo en la estrategia legal y era la presión ejercida hacia él desde Ciudad de México, pero logramos documentar todo el daño”.

En eso también coincidió Guillermo D’Christy, hidrólogo y miembro de la agrupación Cenotes Urbanos.

Subrayó que era “evidente que estuvieron presionando al juez. Es una corrupción muy grande, extorsionando para emitir resoluciones a favor de la obra”.

En riesgo

Aseguró que el daño ambiental ocasionado por la megaobra es incuantificable.

También resaltó el riesgo que corre Sac Actun, el sistema de cenotes más grande del mundo, debido a las obras del Tren Maya.

Estas cuevas sumergidas tienen más de 340 kilómetros y en la actualidad están amenazadas por la obra federal por las perforaciones que han realizado para la colocación de pilotes en algunas de ellas.

“Hay muchas denuncias colectivas e independientes, alrededor de unas 50 por este tema de derrame de concreto en el manto acuífero”.

“En un inicio fueron cientos de amparos por la deforestación que hicieron y todas han quedado nada más en que las recibieron”, lamentó.

Daños documentados

Ambos ambientalistas comentaron que, si bien se han documentado daños en al menos 122 cenotes a lo largo de dicho tramo, Garra de Jaguar, Dos Balas y Oppenheimer son los más significativos.  

D’Christy hizo referencia a la cueva Oppenheimer, la cual dijo es un ejemplo claro del gran daño ambiental.

Tan sólo en esa caverna hay 24 pilotes, “es un ejemplo evidente porque es a una de las que tenemos acceso fácilmente”.

Detalló que los estudios del agua contaminada a causa de derrame de cemento no han sido llevados aún a analizar en laboratorios especializados, “porque cuesta una lana”.

“Pero como hidrólogo acostumbro a hacer análisis para el monitoreo, no tienen una validez oficial las muestras que tomo, pero no significa que no sea verdad, aunque lo más importante es la inspección judicial”, concluyó.

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