Cecilia Hernández Zepeda, del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), habló acerca del monitoreo de virus y sus implicaciones. Credit: Especial.

El Consejo de Cuenca de la Península de Yucatán y la Cuenca Bahía de Pensacola, Florida, intercambiaron conocimientos respecto al tratamiento de aguas residuales, pues al ser cuencas similares generan interés de colaboraciones futuras.

Se convocó a expertos a fin de aprender por ambas partes sobre las acciones que se implementan y los retos que se afrontan al ser dos cuencas con ciertas similitudes.

Abel Darío Oxte Medina, gerente de Operación de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA) en Quintana Roo expuso los retos y oportunidades en el saneamiento.

Entre estos, mencionó el evitar que los acuíferos, humedales y arrecifes sean contaminados.

Actualmente, el estado tiene una cobertura del 78.36%; colocándose por arriba de la media nacional, que es del 60%.

El saneamiento de las aguas servidas es a través de 31 plantas de tratamiento  de las cuales 13 son operadas a través de la CAPA.

Se cuenta con una capacidad total instalada de 3 mil 64 litros por segundo y un caudal total tratado de dos mil 40 litros por segundo.

Señaló que los retos actuales implican que los operadores de plantas de tratamiento existentes modifiquen los sistemas de tratamiento para cumplir las nuevas disposiciones.

Los que pretendan construir sistemas nuevos deben considerar procesos eficientes que permitan la remoción de los nuevos parámetros normados.

Virus en aguas residuales

Cecilia Hernández Zepeda, del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), habló acerca del monitoreo de virus y sus implicaciones para la epidemiología basada en agua residual.

Destacó que se ha reportado la presencia de una gran diversidad de virus; los más abundantes son los que se replican en el intestino del humano.

Los objetivos del estudio de virus en agua residual fueron determinar la ocurrencia de virus que causan enfermedades en humanos.

Así mismo, identificar cepas o aislados virales, determinar la concentración y monitorear o predecir brotes de enfermedades, así como detectar virus emergentes.

La investigadora mencionó que en las aplicaciones de la epidemiología basada en agua residual se puede estimar la prevalencia de las infecciones de SARS-CoV-2 en comunidades y que los datos pueden servir como información complementaria para el manejo de la salud pública.

Con estos estudios se pueden identificar virus emergentes de forma precisa y rápida e informar a autoridades competentes.

Remarcó que la caracterización de los virus presentes en el agua residual permite:

  • La detección temprana de la enfermedad presente en la población.
  • Monitoreo de patógenos.
  • Identificación de nuevas cepas o variantes emergentes.
  • Monitoreo de la dispersión geográfica de patógenos de interés.
  • Reducción en costos y retos para la detección de enfermedades en una población.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *